«La librería»: Plácida, comedida, casi bonita

miguel anxo fernández

CULTURA

Coixet recupera una evidente calma de estilo, lejos de su tendencia a ponerse estupenda

13 dic 2017 . Actualizado a las 17:54 h.

Aparquemos el sempiterno debate de las adaptaciones literarias, porque quien se haya leído la estupenda novela homónima de Penelope Fitzgerald, y aspire a reproducir idénticas emociones, lo tendrá complicado. No es que Coixet la haya traicionado con su guion, simplemente ocurre que palabra e imagen no siempre van de la mano en intensidad emotiva. Pero ambos soportes tienen aquí en común el homenaje a los libros y con esa coartada trazan la crónica -sin despreciar trazos costumbristas bien administrados- de una población costera británica, tan provinciana como primarios son sus convecinos, sobre todo aquellos que se dicen fuerzas vivas y reaccionan con hostilidad a la intención de una viuda reciente de instalar en una casa -al parecer histórica-, algo tan insólito como una librería. Más todavía cuando el lugar carece de tal. El hecho producirá una convulsión social de incalculables consecuencias, pivotando sobre la feliz idea del libro como vía a la apertura de mente y espíritu, algo que no desean quienes lo desprecian y lo consideran enemigo.

Aun reconociendo que la película se conforma con mantenerse en el plano de una producción modesta que no aspira a ser magistral, lo cierto es que Coixet recupera una evidente calma de estilo, lejos de su tendencia a ponerse estupenda, cuando no a dejarse llevar por irritantes tentaciones formales, incluso coqueteando con el lenguaje publicitario. La librería, acentuada por su entorno ambiental, se aproxima a esas comedias británicas, sencillas y plácidas, soportadas sobre personajes bien dibujados -además de la librera, el empedernido lector que es Billy Nighy y la odiosa intrigante Patricia Clarkson- en un patrón sin excesivos matices, casi a blanco y negro cuando se trata de una sociedad rancia, para nada proclive a leer. Como en la novela, la trama camina in crescendo hacia un desenlace dramático más o menos anunciado, pero dejas la sala con un optimismo controlado y con mucho más amor por los libros que cuando entraste. Y dispuesto a mimar a tu biblioteca. Con eso, ya valió la pena.

Ficha técnica

«THE BOOKSHOP». España-Reino Unido- Alemania, 2017. Directora: Isabel Coixet. Intérpretes: Emily Mortimer, Bill Nighy, Patricia Clarkson, James Lance, Honor Kneafsey, Harvey Bennett, Michael Fitzgerald. Drama. 115 minutos.