Las películas que debes ver para comprender el impacto del conflicto de los Balcanes

Pablo Varela / D.S.

CULTURA

 Un día perfecto , Fernando León de Aranoa
Un día perfecto , Fernando León de Aranoa

Cineastas como Emir Kusturica o Milcho Manchevski ya tocaron años atrás una temática aún espinosa en el contexto social-histórico de la región

22 nov 2017 . Actualizado a las 18:43 h.

Aún hay heridas abiertas. Y no parece previsible verlas cerradas a corto plazo. Porque en el avispero de los Balcanes, 26 años después del inicio de la Guerra de Yugoslavia, perviven reacciones dispares a, por ejemplo, la sentencia de cadena perpetua fijada para el exgeneral serbo-bosnio Ratko Mladic, ratificada este miércoles por el Tribunal de Naciones Unidas para la Antigua Yugoslavia (TPIY) en La Haya. En ese sentido, y para ahondar en las raíces del conflicto, es más que recomendable adentrarse en el panorama cinematográfico autóctono y también foráneo que afloró tras los acuerdos de Dayton, que pusieron fin a la guerra en Bosnia en 1995.

Entre las múltiples obras a revisar, hay hueco para dos obras con sello español: Un día perfecto (2015), largometraje a caballo entre drama y comedia dirigido por Fernando León de Aranoa, con la presencia de dos estrellas de renombre internacional como Tim Robbins y Benicio del Toro; y también Guerreros (2002), con el cineasta barcelonés Daniel Calparsoro al frente analizando el papel ejercido por los militares españoles de la KFOR durante la guerra de Kosovo, a inicios del nuevo milenio. Pero si lo que se busca son testimonios de primera mano, ahí emerge la figura del reconocido Emir Kusturica, que encabeza la siguiente lista de películas a anotar.

1. «Underground», de Emir Kusturica 

Ópera prima del polifacético director nacido en Sarajevo, ganador en dos ocasiones de la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Para bien y para mal, Underground (1995) no dejó indiferente a nadie, por la intención clara del filme de ironizar con la evolución histórica de Yugoslavia desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y la llegada del mariscal Tito al poder. Con ella, el cineasta - que también asume un pequeño papel en el transcurso de la misma-, realiza su particular reproche sobre cómo las guerras en la región tuvieron lugar porque ninguna de las partes implicadas hicieron esfuerzo alguno por eludirlas. Y entre líneas, también se lee la nostalgia del propio Kusturica por el orden previo.

2. «Antes de la lluvia», de Milcho Manchevski

Triunfó en la Mostra de Venecia de 1995 por mostrar el lado más duro de otra de las rivalidades y tensiones históricas en los Balcanes con menos eco internacional: la de Macedonia y Albania. Al más puro estilo Iñárritu en Babel, Manchevski juega con tres historias cruzadas, a caballo entre el primero de los dos países y Londres, para contextualizar cómo las relaciones afectivas de sus protagonistas se vieron afectadas por las obstrucciones a la convivencia entre cristianos ortodoxos y musulmanes, motivadas por el inicio de la violencia que puso punto y final a su vida cotidiana.

3. «Las flores de Harrison», de Elie Chouraqui

Cómo sobrevivir a la guerra de Yugoslavia y a sus secuelas mentales es la pregunta que se hizo este director de cine francés. La historia de amor de Harrison - un reconocido reportero estadounidense en misión por los Balcanes - y su mujer vertebra una trama que se adentra en los horrores de un conflicto que atenazó a la sociedad occidental ante una explosión bélica en suelo europeo que pocos preveían tras las atrocidades cometidas en la Segunda Guerra Mundial, tampoco lejana en el tiempo. David Strathairn y Andie MacDowell protagonizaron esta cinta de tintes dramáticos que pone el dedo en el genocidio y el caos en la ciudad croata de Vukovar.

4. «La verdad oculta», de Larysa Kondracki

Rachel Weisz protagoniza este largometraje canadiense que fija el punto de mira en otro de los daños colaterales del conflicto: la proliferación de las mafias de trata de blancas en zonas con teórico control de la ONU. Basada en hechos reales, relata la lucha de Kathryn Volkovac, una policía estadounidense que se suma a un equipo de las fuerzas de seguridad destinado, sobre el papel, a velar por una transición pacífica en Bosnia. En su afán por cumplir su cometido, descubre una red de tráfico de personas que involucra a funcionarios de la policía local y también a miembros de las Naciones Unidas destinados en la región. Idóneo para reflexionar sobre una realidad latente: que la crueldad no tenía únicamente forma de cadáveres, sino que también se alargaba en vida. 

5. «La sombra del cazador», de Richard Shepard

Más sobre periodismo, pero también acerca del arrepentimiento y las cuentas pendientes que nunca se van. Richard Gere y Terrence Howard encabezan el reparto de una película sobre dos reporteros con las suelas gastadas tras recorrer medio mundo. En ese eterno viaje, un testimonio directo de los genocidios perpetrados por los militares serbobosnios les llevará a coincidir años después en Sarajevo para iniciar la búsqueda de uno de los criminales de guerra más buscados por las autoridades internacionales. Y sí, quien haya creído ver la sombra de Radovan Karadzic o Ratko Mladic en esta última figura del film no va desencaminado. Interesante para entender qué trabas sociales e institucionales impidieron las capturas de ambos tras la conclusión de la guerra.