Jorge Volpi: «Una de las principales funciones del escritor es incomodar al sistema»

CULTURA

Fran del Olmo | EFE

El autor realiza en «Una novela criminal» un alegato demoledor contra el sistema judicial mexicano

14 mar 2018 . Actualizado a las 08:16 h.

Miembro de la llamada generación del crack, Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) es uno de los escritores latinoamericanos más reputados. Acaba de ganar el prestigioso Premio Alfaguara con Una novela criminal, un libro que trata el caso de una pareja formada por el mexicano Israel Vallarta y la francesa Florence Cassez, que en diciembre del 2005 fueron detenidos por secuestro y encarcelados tras un proceso plagado de irregularidades, montajes y abusos policiales, que originó una crisis diplomática entre México y Francia. «Una de las principales funciones del escritor es incomodar, perturbar, inquietar al lector o al sistema», afirma. Añade que «este libro incomodará bastante».

-¿Por qué ha elegido el género que llama novela documental o novela sin ficción?

-Me pareció que esta historia tenía tantas historias dentro, tantas vueltas y sorpresas, que la mejor manera de contarla era refiriéndome solo a los hechos y a los testimonios para tratar de reconstruir el caso. Este es un género extraño, híbrido, a mitad de camino entre el periodismo y la literatura.

-Pero el hecho de elegir los materiales que integran el libro y de dar, en ocasiones, su opinión supone ya una subjetividad.

-Exacto. He tratado de ser lo más sobrio posible, pero al mismo tiempo dar algunas pistas o guiar al lector a través del camino de esta historia para irla reconstruyendo.

-Tras analizar más de 20.000 folios de expedientes y de hablar con los protagonistas, ¿cree que Israel y Florence son culpables?

-He decidido no hacer una afirmación contundente y prefiero hablar de probabilidades. Un 85 % de los mexicanos creen que Florence es culpable y un 95 % que lo es Israel. Después de hacer esta investigación, invierto casi por completo los porcentajes, en un 80 % de probabilidades Florence es inocente y en un 70 % Israel. Creo que cada lector debe sacar sus propias conclusiones sin que yo diga si Israel es culpable o no. Independientemente de que lo sea o no, de lo que estoy seguro es de que el proceso fue manipulado por la policía y las autoridades y que Israel debería estar fuera de la cárcel. Lleva doce años en prisión sin sentencia de primera instancia, a la espera de juicio.

-¿Cree que su libro puede ayudarlo a salir de la cárcel?

-No lo escribí para eso, sino para tratar de contar lo mejor posible esta historia. Ahora, ya escrito, creo que este libro, a diferencia de una novela normal, puede tener efectos en la realidad, contribuir a que termine esta injusticia clara.

-Sin embargo, Florence Cassez fue liberada en el 2013 por las presiones francesas.

-Esto demuestra la doble cara y el clasismo de la justicia. Florence contó con todo el apoyo de Francia, de Sarkozy, de la embajada y de dos grandes abogados, uno francés y otro mexicano. Israel desde hace muchos años tiene un abogado de oficio, que lleva otras decenas de casos.

-Su libro es una crítica demoledora al sistema judicial y policial mexicano. ¿Sigue siendo así?

-No ha cambiado demasiado. La corrupción, la intromisión política y la tortura siguen existiendo. El sistema mexicano de justicia es un desastre, no funciona en absoluto, porque está mal diseñado en términos jurídicos, mal implementado administrativamente, tiene un altísimo grado de corrupción que toca todos los niveles y la tortura es una práctica habitual.

-¿Ha sentido empatía en algún momento por Israel y Florence?

-Creo que es inevitable no tenerla. Por supuesto que la tengo, porque he pasado tres años conviviendo con la historia de esas dos personas, pero hay que controlarla para ser lo más objetivo posible y permitir que el lector saque sus propias conclusiones.

-Leyendo su libro, da la impresión de que son más peligrosos los policías que los delincuentes.

-En México nadie confía en la policía. Cuando uno se encuentra a un policía lo que siente es miedo. Me acuerdo que cuando vine a vivir a España me parecía rarísimo que la gente confiara tanto en los policías, que cuando pasaba algo inmediatamente acudieran a ellos. Los mexicanos lo que menos quieren es tener contacto con la policía.

-¿Qué opinión le merece la prisión permanente revisable?

-Me parece peligroso que haya una figura que permita condenar a alguien a unos años de prisión y que después se puedan aumentar.

«El propio sistema de justicia impidió acceder a la verdad»

Volpi considera que la búsqueda de la verdad y, a veces, la imposibilidad de conocerla es el tema central del libro. «Al terminarlo me di cuenta de que tiene el mismo tema que mi novela En busca de Klingsor, que era sobre la búsqueda de la verdad y si es posible acceder a ella», señala. «En este caso, las autoridades y la policía intentaron destruir la posibilidad de acceder a la verdad de una forma tan escandalosa que no podemos saber qué pasó exactamente y, por tanto, si Israel y Florence son culpables o no», añade. «Es lo que hace distinto este libro de otras novelas sin ficción basadas en casos criminales, ya que mientras Capote, Mailer, Carrere o Cercas sabían cuál era la verdad judicial y que sus protagonistas eran culpables, porque confiaban en ella, aquí lo peor es que el propio sistema de justicia fue el que destruyó e impidió la posibilidad de acceder a la verdad», concluye.

-En el libro hay también una crítica a las televisiones que convierten los sucesos en puro espectáculo para subir las audiencias.

-Muestro un caso extremo, porque las televisiones participaron en la puesta de escena de la policía para simular la detención de los supuestos secuestradores y la liberación de los secuestrados. Pero no es algo exclusivo de México, es una tendencia global que en España también se da, convertir la justicia en espectáculo, como estamos viendo estos días en el caso el niño asesinado.

-Lo que cuenta en el libro es lo que ahora se llama «fake news».

-Los mexicanos nos adelantamos con este caso. Esto ocurrió hace 12 años y por supuesto que esa transmisión televisiva del 9 de diciembre del 2005, en la que se simuló la detención de Israel y Florence, es lo que ahora llamamos fake news, ver una escena que la gente cree que es real y luego descubrir que ha sido falsificada.

-Donald Trump es experto en «fake news». ¿Qué opinión le merece el presidente de EE.UU.?

-No puedo tener una peor opinión siendo mexicano. En campaña decidió convertir a México y a los mexicanos en su principal enemigo y desde entonces lo hemos padecido. Construir el muro, que ya existía en algunas partes, es una decisión completamente absurda, la emigración mexicana a Estados Unidos no ha hecho más que disminuir en los últimos años, el muro no va a remediar nada, es costosísimo y es una señal de hostilidad abierta.

-¿Ha mejorado México con el presidente Enrique Peña Nieto?

-No. Los seis años de la presidencia de Felipe Calderón y los cinco de Peña Nieto han sido terribles en general. Seguimos teniendo un país muy desigual y muy violento, que no funciona.