¿Qué le pasa a Cannes con Netflix?

CULTURA

STEPHANE DE SAKUTIN | afp

La plataforma de «streaming», cansada de desplantes, rompe relaciones con el festival y retira sus estrenos. Se va, además, con un atento mensaje: Cannes, modernízate

13 abr 2018 . Actualizado a las 21:25 h.

El año pasado, Cannes intentó hacer gala de una frescura que resultó no tener, convencernos de que, rompedor y en plena forma, comulgaba con las nuevas maneras de consumir cine. Con toda su buena intención y ansias fuertes de adaptarse a estos tiempos de visionados online desde el sofá, el veterano festival sorprendió gratamente al espectador (y a parte de la industria) incluyendo en su selección oficial dos títulos producidos por NetflixOkja, del coreano Bong Joon-Ho, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach. Pero los peces gordos nadaban en otro charco, en el de los damnificados, en el de los que consideraron y siguen considerando que no merece distinción quien no pasa antes por la pantalla grande, que no es cine sin taquilla previa. Así que el entusiasmo duró poco.

La plataforma, acribillada por exhibidores y directores escocidos, pronto se arrepintió del paso dado, demasiada audacia, quizá, y para contener su osadía decidió atar en corto a los nuevos invitados. Para ello, cambió las reglas del juego: la próxima vez, y de ahí en adelante, toda película que quisiese competir por la Palma de Oro debía exhibirse en las salas de cine. Cannes aceptaba a las nuevas generaciones, pero eso sí, si querían volver a casa con premio tendrían que someterse al modelo tradicional de exhibición comercial. De no ser así, serían bien recibidas solo como invitadas, norma que, por cierto, también comparten otras grandes citas del cine como los Oscars.  

Visto así, y apelando a la igualdad de condiciones, no parece este un mal requisito, pero la cosa cambia cuando se mira con lupa la legislación: el control sobre las ventanas de distribución decreta un largo camino a seguir desde que la que la película se proyecta en salas hasta que, al fin, puede ser ofrecida en plataformas de vídeo bajo demanda. En concreto, en Francia, un título no se lanza en Internet antes de 36 meses: primero, la gran pantalla; después, el modo «alquiler»; luego un periodo destinado a su emisión en televisión y, por último, su aterrizaje en el videoclub online, un peregrinaje que, en definitiva, resulta muy poco rentable para este tipo de compañías productoras. 

El contraataque 

Y Netflix, que parecía resignado al veredicto del festival francés, ha esperado hasta este jueves -fecha elegida por Cannes para anunciar su alineación de este 2018- para contraatacar: si no pueden competir sus películas originales, tampoco estarán en la cita cinematográfica aquellas en las que haya participado. No solo eso: el certamen puede despedirse de los títulos que ya hayan cerrado con ella acuerdos de distribución. 

«Queremos que nuestras películas estén en igualdad de condiciones que el resto -ha explicado su jefe de contenidos Ted Sarandos en una entrevista en la revista Variety-. Es arriesgado para nosotros ir de esta manera y una falta de respeto que traten así a nuestras películas y a nuestros cineastas en el festival. Ellos han marcado el tono. No creo que sea bueno para nosotros estar ahí». Añade el de Netfilx que, en su opinión, los festivales deberían ayudar a descubrir las películas para que estas consigan así distribución, descartando tajantemente la posibilidad de acudir a Cannes al margen de la lucha por los premios. «Continuaremos apoyando a todas las películas y a todos los directores, y confiamos en que Cannes de marcha atrás y se modernice. Le animamos a que vuelva a unirse a la comunidad cinematográfica mundial y a que le dé la bienvenida de nuevo», ha declarado. La plataforma lo tiene claro: «La regla se hizo de manera implícita por Netflix». Y ellos no van a estar donde no se les quiere.

¿Qué piensa Cannes?

El festival, por su parte, parece haber encajado bien el desplante. «No hay ningún conflicto», ha apuntado su delegado general, Thierry Frémaux, haciendo un llamamiento al diálogo y dejando claro que Netflix será bienvenido si finalmente decide acudir a la cita

Fueron varios los proyectos de la plataforma que Cannes recibió este año. De todos ellos, el festival había escogido dos: uno dentro de competición, que no ha trascendido, y otro fuera de esta, The Other Side of the Wind, película inacabada de Orson Welles que los festivaleros esperaban con impaciencia desde hacía dos décadas. El movimiento de Netflix podría haber dejado fuera, además, proyectos como Roma, lo nuevo de Alfonso Cuarón; Norway, de Paul Greengrass; o Hold the dark, de Jeremy Saulnier; actualmente en sus manos.