El pórtico de la Gloria exhibe su nuevo rostro con el propósito de durar siglos

Mario Beramendi Álvarez
Mario BERAMENDI SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

PACO RODRÍGUEZ

La joya del románico, inaugurada ayer oficialmente, se abrirá al público el 27 de julio

16 abr 2019 . Actualizado a las 09:15 h.

Sentía tanta pasión por las esculturas que en un poema llegó a preguntarse si estarían vivas. Los versos de Rosalía de Castro, que profesaba una gran devoción por la obra del maestro Mateo, se escucharon ayer en la catedral en el bautismo oficial de la restauración del pórtico de la Gloria, una joya del arte románico única en Europa, y que luce nuevo rostro tras diez años de trabajo y 50.000 horas empleadas. El acto estuvo presidido por la reina Sofía, que pudo conocer de primera mano la meticulosidad de los trabajos, fruto de una investigación previa. La restauración pone fin a una situación crítica de las esculturas, con constantes desprendimientos de material y afectadas por complejos mecanismos físico-químicos de degradación. Los productos aplicados en las intervenciones previas habían agravado la situación. Así que tocaba actuar.

Conocidas las nuevas técnicas aplicadas, la reina Sofía se interesó por la perdurabilidad de la obra: una vez concluida la laboriosa restauración, el pronóstico de los expertos es que, si se cuida, podrán ser cientos de años. A esto se refirió también el propio José Guirao, que ayer hacía su primera visita a Galicia como ministro de Cultura, y que quiso poner el foco en una investigación, a su juicio, pionera y modélica.

«Ha sido un trabajo ambicioso, minucioso, coral y científico», dijo Guirao, quien avanzó, además, que los métodos empleados para el pórtico serán presentados en los próximos meses en el comité de normalización europeo para que se establezcan como metodologías de trabajo futuras en casos similares. Antes del titular de Cultura había intervenido José María Arias Mosquera, presidente de la Fundación Barrié, una entidad que ha trabajado como mecenas de la obra de restauración y que ha invertido en este icónico elemento de la basílica compostelana 6,2 millones de euros. «Se han ganado la gloria devolviendo el color al pórtico y permitiendo que la sonrisa del profeta Daniel se haya hecho contagiosa», dijo. La restauración de la joya del románico ha sido posible gracias a la colaboración pública y privada, algo que agradeció el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y que también se encargó de recordar en su intervención el máximo mandatario gallego, Alberto Núñez Feijoo, quien destacó el valor patrimonial de un conjunto escultórico al que se refirió como una «tertulia celestial donde casi se pueden oír las palabras».

El acto oficial de inauguración se produce días después de que la Fundación Barrié y la Fundación Catedral destaparan los detalles de un trabajo que arrancó en el 2009, y que ha contado con la participación de especialistas en disciplinas como iconografía, talla, técnicas decorativas, policromado y estética. El principal objetivo ahora es proteger el complejo escultórico, de ahí también las novedades en un régimen de visitas, que, una vez levantado el telón, arrancará el próximo día 27 de julio. Se harán en grupos de 25 personas y en períodos de tiempo que no excederán los 15 minutos. Con estas restricciones se quiere proteger el complejo de sus grandes enemigos, como son la humedad o el polvo.

Una ceremonia que congregó a representantes de toda la sociedad

La reina Sofía entró en la catedral por la puerta principal del Obradoiro, donde saludó a las autoridades presentes, entre las que estaban Ana Pastor, presidenta del Congreso, además del nuevo delegado del Gobierno, Javier Losada, y del presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices. Dentro, ya sentados, aguardaban todos los invitados, entre los que pudo verse al banquero Javier Etcheverría o al empresario coruñés Roberto Tojeiro. También asistió el ex alcalde de A Coruña y ex embajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, además de otras personalidades, entre las que estaban el historiador Ramón Villares, ex presidente del Consello da Cultura Galega, y el propio conselleiro de Cultura, Román Rodríguez.

El encargado de explicar las labores de restauración fue el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, quien destacó que en el pórtico «está el oro más puro de la Catedral». Lorenzo indicó que en aquellos tiempos no era habitual emplear tanto oro ni tanta cantidad de lapislázuli, un elemento reservado para iluminar códices y escritos. «Es como un libro a tamaño grande», dijo.

Una restauración que ha tenido criterios de intervención muy conservadores gracias a una limpieza muy eficaz

El pórtico de la Gloria vuelve a brillar como lo hizo en origen. La investigación iniciada hace diez años permitió averiguar que el conjunto conservaba sus tres policromías originales, pero muy deterioradas por los depósitos nocivos acumulados en la superficie de la piedra.

Según explicó ayer la Fundación Barrié, la metodología de trabajo ha permitido poner a punto un protocolo de evaluación del riesgo y la eficacia de cada tratamiento, así como hacer un seguimiento continuo del comportamiento de las técnicas aplicadas. Los criterios de intervención han sido muy conservadores: se mantuvieron todos los restos de color que pervivieron y se retiraron únicamente los depósitos acumulados en la superficie y que podían afectar a la estabilidad de los materiales históricos. Ha sido el caso, por ejemplo, de la suciedad, las sales, los restos de naturaleza biológica, los morteros de cemento y los productos consolidantes acrílicos que eran, según los técnicos, muy poco compatibles con la superficie original.

En este sentido, no ha sido necesario reconstruir las faltas de policromía dada la unidad estética lograda con los trabajos de limpieza y estabilización aplicados. Los esfuerzos se centraron en el sellado de las fisuras y las juntas integradas cromáticamente en el soporte pétreo.

Documentación

En los trabajos de documentación también se ha recurrido a las últimas tecnologías: técnicas fotogramétricas de alta resolución y escaneado 3D, además de bases de datos para la gestión del volumen de imágenes y textos que se acumularon a lo largo de estos años. Los datos se almacenan en la aplicación Sandstone, puesta en práctica por la Fundación Catedral Santa María de Victoria y creada por Integrated Conservation Resources (IRC) bajo el patrocinio de la World Monuments Fund e incorporada al proyecto gracias a un convenio específico entre estas entidades y la Barrié.

Desde su inicio este proyecto ha apostado por la investigación y su duración en el tiempo es lo que ha permitido atraer a numerosos especialistas nacionales e internacionales de todas las disciplinas, que aportaron su experiencia para profundizar en el conocimiento y perfeccionar la ejecución de los trabajos.