Las mujeres rompen la viñeta en la Semana Negra

efe REDACCION

CULTURA

Las historietistas Ana Penyas (i), Laura Pérez (3d), Carmen Vila (d), Antonia Santolaya (2i) y Laura Fernandez (2d), durante el encuentro con los medios de comunicacion en la Semana Negra de Gijón, en donde se analizó la contribución de las mujeres autoras en el mundo del cómic.
Las historietistas Ana Penyas (i), Laura Pérez (3d), Carmen Vila (d), Antonia Santolaya (2i) y Laura Fernandez (2d), durante el encuentro con los medios de comunicacion en la Semana Negra de Gijón, en donde se analizó la contribución de las mujeres autoras en el mundo del cómic. Alberto Morante

El certamen reúne a autoras de cómic que destacan el cambio de paradigma vivido en el mundo de la historieta con la irrupción de guionistas y dibujantes

07 jul 2018 . Actualizado a las 19:25 h.

La irrupción de las mujeres como creadoras de cómic ha abierto el género a una mayor diversidad en la estructura y en la narrativa tradicional, según han afirmado hoy autoras de España e Iberoamérica que participan en la Semana Negra de Gijón.

En los últimos años se ha hecho visible una «nueva subjetividad femenina» en la producción de relatos y novelas gráficas gracias a la «constancia y tenacidad» de las mujeres autoras, según ha asegurado la creadora y estudiosa del género Marika Vila.

Vila ha coordinado el libro catálogo «Derrumbado estereotipos», que analiza la obra de las autoras Ana Penyas, Antonia Santolaya, Laura Pérez Vernetti y Laura Fernández, que también se expone en el recinto del festival cultural y literario de Gijón.

Estas creadoras de cómic han mantenido hoy un encuentro con periodistas en la Semana Negra de Gijón, que este año, en la XXXI edición, ha dedicado un «capítulo importante» al feminismo.

«Tradicionalmente el sujeto del cómic ha sido siempre un varón que reproducía el discurso y la formas de una sociedad patriarcal, pero ahora por fin ha aparecido una subjetividad nueva», ha asegurado Vila.

Se han producido cambios en el lenguaje con nuevos códigos, pero aún queda mucho «camino pro recorrer» para romper definitivamente con los estereotipos que etiquetan a la mujer, ha añadido.

La ilustradora Laura Pérez-Vernetti, que comenzó su carrera como colaboradora de la publicación «El Víbora» y ha ganado el Gran Premio del Salón del Cómic de Barcelona, ha reconocido que una mujer debe demostrar tener más calidad y vender mas ejemplares que un hombre para que le publiquen sus obras.

La autora, que experimentó con el cómic erótico y ahora se dedica a la «poesía gráfica», ha dicho que a pesar de los premios que ha obtenido y de su trayectoria le sigue costando encontrar editores que apuesten por su trabajo.

La argentina Laura Fernández, que alterna su trabajo como ilustradora con los ensayos sobre la historieta, ha indicado que hasta 1978 en género en sudamérica respondió a cánones absolutamente machistas.

A partir de ese momento se fue dando un apertura paulatina, aunque persiste el discurso patriarcal dominante en la mayor parte de la producción y también en la distribución y la comercialización, ha explicado.

Fernández, que ha publicado un estudio sobre la obra del historietista argentino Héctor Germán Oesterheld, desaparecido y asesinado por los militares en 1977, ha dicho que en 2005 «empezó el mestizaje» del género en su país.

Antonia Santolaya, que según Marika Vila ha introducido un cambio en el lenguaje incorporando a la mujer en la naturaleza, ha admitido que se ha producido «un cambio de paradigma» en el cómic.

La creadora, que alterna la ilustración con la historieta, lo ha atribuido a «la tenacidad» de las mujeres que han entrado al género y tuvieron que enfrentarse a múltiples dificultades.

La joven Ana Penyas, ganadora del premio Autor Revelación del Salón del Cómic de Barcelona, ha dicho que «falta mucho por hacer» para romper con los estereotipos de la cultura machista.

Penyas, que obtuvo el galardón por su libro «Estamos todas bien», ha indicado que con esta obra ha querido «dar voz» a todas las mujeres que «desde la sombra de sus casas» han contribuido en la lucha contra el franquismo.

La ilustradora y guionista ha explicado que se inspiró en sus abuelas para hacer visible la lucha silenciosa de estas mujeres que, sin estar en la primera fila de la causa ni ser represaliadas por el régimen, contribuyeron a la democracia.

Ha destacado que estas mujeres «son una carencia de la memoria histórica» y por tanto «era necesario que fueran visibles»