«Happy end», la felicidad no era esto

sabela pillado

CULTURA

Haneke busca provocar y remover conciencias en una sociedad aburguesada y aletargada

24 jul 2018 . Actualizado a las 07:57 h.

Felicidad y Haneke son dos palabras que, a priori, no conjugan armoniosamente en una misma frase. El cine de este director austríaco se caracteriza más bien por decantarse por una vertiente perturbadora, en la que elabora películas inquietantes y de digestión no muy agradable para el espectador acomodado. Su retrato de la sociedad occidental actual, con sus miedos, sus miserias, y sus filias y fobias, se plasma en unas cintas sin florituras ni artificios, en cuyos planos la incomunicación y el egoísmo de sus protagonistas, así como las diferentes formas de violencia en la vida moderna, se muestran de modo frío y objetivo.

Happy end poco tiene pues de felicidad. Esta suerte de ¿secuela encubierta? de Amor retoma actores recurrentes en su filmografía (Isabelle Huppert, o nuevamente Jean-Louis Trintignant, entre otros) y con ellos nos ofrece el retrato de una familia burguesa, de status más que pudiente, que disfraza su insatisfacción crónica en la rutina diaria. Aquí tienen cabida maridos infieles, hijos díscolos, niños que son pequeños monstruos sin moral o abuelos suicidas cansados de la vida. Todo ello marcando claramente las diferencias sociales entre esta familia y el sector inmigrante que los rodea.

A mayores, suma el interés por el estado de alienación al que llevan las nuevas tecnologías, con el ser humano comunicándose a través de stories de Instagram o el chat del Facebook. Asesinatos e infidelidades se gestan y se plasman macabramente por estos medios, mientras, una vez más, Haneke busca provocar y remover conciencias en una sociedad aburguesada y aletargada.

Como novedad, se adivina cierto toque de humor negro en este largometraje que, aun sin ser de lo mejor de su filmografía (semeja más bien un remix de sus anteriores películas), sigue perturbando y generando debate con su disección de las miserias humanas.

«HAPPY END»

Austria, 2017.

Director: Michael Haneke.

Intérpretes: Isabelle Huppert, Jean-Louis Trintignant, Mathieu Kassovitz, Fantine Harduin, Toby Jones, Franz Rogowski, Laura Verliden.

Drama.

110 minutos.