La verdad que solo cuentan los niños

borja casal / m. f. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Los personajes juveniles han inspirado a escritores, cineastas y músicos para mostrar realidades distintas vistas a través de la mirada limpia de los más pequeños

03 sep 2018 . Actualizado a las 08:16 h.

Tomando como cierto eso de que los niños nunca mienten, el cine y la literatura se han valido de la mirada infantil para describir el mundo de una manera sencilla, con un lenguaje y con una forma de mirar distinta a la habitual. Conocido por muchos lectores tras ganar el premio San Clemente 2017 -un galardón que otorgan estudiantes de Galicia- con su Morir en primavera, el narrador alemán Ralf Rothmann (1953) coloca a Julian, un niño de doce años, como protagonista de Luz de juventud. El novelista relata la vida de un adolescente que reside en la Alemania de los años sesenta, con un padre que sufre problemas de salud debido a su trabajo como minero y con una madre cansada de la existencia que lleva. La situación que vive en casa, junto a la aparición del sexo en su vida, harán sentir a Julian que su infancia está a punto de terminar.

Este ocaso en los días de niñez es el que vive Daniel el Mochuelo en El camino, una de las primeras novelas de Miguel Delibes. Acostumbrado a la vida en su pueblo, Daniel está a punto de irse a la ciudad, por iniciativa de su padre, a estudiar el bachillerato. En la noche previa a su marcha, el joven no puede pegar ojo y recuerda con nostalgia lo vivido en su pueblo; los momentos dulces se cruzan con alguna de las tragedias que, a pesar de su corta edad, ya le ha tocado padecer.

Distinto es el caso de Antoine Doinel, el joven de 14 años que protagoniza Los 400 golpes, popular película de François Truffaut, uno de los cineastas más reconocidos de la Nouvelle vague francesa.

Doinel quiere huir: en su casa afronta los problemas conyugales de sus padres y en la escuela sufre el trato severo de su profesor. Para ello traza un plan junto a un amigo, con el que pretende llegar al mar y escapar de aquellos que no lo comprenden. 

The Who y «Tommy»

En el terreno musical, el grupo británico The Who compuso la ópera rock Tommy. Llevada al cine años después, cuenta la historia de Tommy, un chico que se queda ciego, sordo y mudo tras contemplar el asesinato de su padre a manos del amante de su madre. A través de algunas de sus canciones más emblemáticas, como Pinball Wizard (que versiona Elton John en la adaptación cinematográfica), el grupo narra la vida del protagonista, que, pese a su discapacidad, posee una gran habilidad para jugar al pinball.

Con los ojos de un muchacho también observa el gallego Eduardo Blanco Amor. En Os biosbardos, niños de distintas edades describen el mundo que viven en Auria -esa representación literaria que utiliza el escritor para referirse a su ciudad natal, Ourense-, y lo hacen con la sinceridad y la sencillez que tiene esa mirada infantil de la realidad. Una sencillez en su forma, pero no en su fondo, que esconde profundas reflexiones sobre temas como el comportamiento de los adultos o el determinismo social. Neira Vilas cuenta en Memorias dun neno labrego la historia de Balbino, un joven chaval de aldea que vive en la Galicia de posguerra y que pertenece a una familia humilde. Con su historia denuncia el poder de los caciques de la época y lo distinta que es su vida respecto a la de los hijos de las familias pudientes. La falta de oportunidades por haber nacido en una familia con pocos recursos sobrevuela constantemente el libro más popular de Neira Vilas, que ha sido traducido a numerosos idiomas. El escritor volvería a tratar la infancia en otras obras como Carta a Lelo y Aqueles anos do Moncho.

Por su parte, la artista gráfica Bea Lema muestra la mirada de una niña que sufre una enfermedad mental en su cómic O corpo de Cristo, con el que ganó el pasado año el premio de Banda Deseñada de la Deputación da Coruña. Lema trata un tabú como son las enfermedades mentales valiéndose de metáforas visuales, y dibuja la visión de una niña que, aunque a veces no sepa definir lo que pasa en su vida, es consciente de que algo no va bien en su mundo.