El artista anónimo nos pone en antecedentes: hace unos años, colocó una trituradora en el marco por si algún día era subastada
08 oct 2018 . Actualizado a las 20:34 h.Incluso los genios anónimos son vanidosos: solo un día ha tardado Banksy en exhibir el making of de su última provocación, la autodestrucción de su obra Niña con globo (Girl with Balloon) justo a continuación de haber sido subastada en Sotheby's por más de un millón de euros. La explicación ha llegado a través de Instagram, altavoz de cabecera del grafitero para verificar y hacer público todo movimiento que ejecuta. Si no está en su muro, no es un Banksy.
Así, y acompañado por una cita del español Pablo Picasso -«El impulso de destruir también es un impulso creativo»-, un vídeo detalla en su perfil oficial el procedimiento, la preparación de la que realmente es la joya de la corona: el lienzo ya destruido, hecho trizas; el proceso de convertir la reproducción de su grafiti en un amasijo de tiras de papel. Llevaba tiempo esperando el momento, frotándose las manos para dar la sonora campanada, su venganza más escandalosa a la especulación en el mundo del arte.
Colocó Banksy hace un tiempo -siempre y cuando nos fiemos de lo que él nos cuenta- una trituradora artesanal en la parte inferior del marco que abrazaba la obra de la niña sujetando el globo rojo con forma de corazón. Ocultó con pericia el mecanismo, y aguardó. El desenlace de la travesura llegó el pasado viernes, cuando ante los ojos desorbitados y las mandíbulas desencajadas de los presentes el valioso ejemplar se hizo añicos. Se destruyó, pero se construyó al mismo tiempo, mutando en una obra todavía más cotizada. Revalorizándose. Tal y como publica El Mundo, la casa de subastas ya ha recibido ofertas para comprar el cuadro desencajado por un precio superior a que alcanzó sano y salvo. Estima que incluso podría llegar a doblarse la cifra inicial.