Cuando Ava Gardner era la «señora» y Manolo su chófer

m. o. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

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Un viaje al pasado del faranduleo que no indaga demasiado en el personaje pero tiene detrás historias entrañables

17 dic 2018 . Actualizado a las 20:34 h.

El animal más bello del mundo. Así la conocíamos antes de Arde Madrid. Y poco más. Todo cambia después de este viaje al pasado en el que descubrimos que el glamur y el misterio que rodeaban a Ava Gardner no eran lo que nos imaginábamos. Una pura juerga. Así sentimos la vida real del enigmático personaje de Hollywood, envuelto en un manto casi trágico que deja al mismo tiempo un sentimiento de soledad y pena. La diva detrás de la que se esconde una gran persona que disfruta de la noche, el alcohol y el sexo, pero en el fondo está más sola que la una.

Ocho episodios cortos que se devoran en una tarde. Un viaje al pasado del faranduleo que no indaga demasiado en el personaje pero tiene detrás historias entrañables, las del personal que trabajó para ella: su chófer y sus empleadas del hogar. Paco León es Manolo (o manoulo, como lo pronuncia su jefa), un producto de la época que tiene que fingir un matrimonio con Ana Mari (Inma Cuesta), enorme en su interpretación de una mujer recta de la Sección Femenina de la Falange. De premio.

Detrás hay un guión por momentos hilarante, y un puñado de secundarios que prometían y cumplieron: como Carmen Machi y Anna Castillo, dos extremos de una misma época. También cameos, como el de Eugenia Martínez de Irujo haciendo de su madre. «Si las paredes hablaran», decían los dueños de los locales de la época. Pues ya lo han hecho.