Antonio Banderas: «Me he movido por intuición toda mi vida»

CULTURA

EL CORTE INGLÉS

Antonio arranca el año pisando fuerte. El día de Reyes puede encontrarse con el regalo del Globo de Oro por su papel de Picasso. Además estrena la película «Como la vida misma» y su foto empapela El Corte Inglés en todo el país. Banderas jamás se desprendería de sus botas camperas. «Pero no tiene nada que ver con Estados Unidos, sino con Ubrique», asegura.

13 ene 2019 . Actualizado a las 17:42 h.

Antonio es un hombre de bandera. Todo le queda bien, y eso que no se rompe mucho la cabeza para vestirse. «Me voy acoplando un poco a cómo me siento», dice una estrella que brilla como el protagonista que es en una campaña de moda en la que representa a todos los hombres. Él le quita hierro al asunto. «Es que no me lo puedo plantear muy seriamente. Yo cómo voy a ser todos los hombres, yo ya bastante tengo tratando de ser yo mismo», asegura el actor, que está deseando volver a dirigir y está dispuesto a disfrutar de las Navidades: «Yo soy una persona muy familiar, y de repente estas fiestas como que reúnen a la familia, tienen algo reflexivo también». Ahora encara el estreno de la película Como la vida misma, en la que todo está conectado a partir de un solo evento. Y él mantiene que todo en su vida pende del mismo hilo, el amor. «Al final esa es la palabra clave, ¿no? Amor».

-Antonio, tú que volviste a las aulas después de haber triunfado en el cine para ser diseñador y ahora que estás prestando tu imagen a una línea de ropa, ¿qué es lo que no falta en tu armario?

-¿Qué es lo que no me falta? No sé, yo soy una persona que viaja muchísimo, tengo que tener siempre ropa preparada para cada estación, ¿no? Pero en realidad, creo que tengo un poco de todo, porque además soy una persona muy ecléctica a la hora de vestir, nunca he tenido un estilo absolutamente definido. Me voy acoplando un poco no solamente a las estaciones, sino a los moods, a cómo me siento. A si estoy contento, por ejemplo, si estoy en Málaga bajo el sol.

-No te complicas.

-Soy una persona muy fácil para vestir. No me faltan nunca las camisetas ni los vaqueros. En algunos momentos también por la tarde me interesa, a lo mejor, una ropa un poquito más cóctel, un blazer, una chaqueta de vestir, un poco de color, unos chinos... Y después sí, para mí es imprescindible el negro a la hora de vestir con traje, no me gustan los trajes con muchos colores. Ahora empiezo a abrirme un poco en esa onda, pero en líneas generales a mí me gusta mucho vestir en negro intenso, profundo. En calzado, por ejemplo, las botas son casi un factor denominador de mi personalidad, me gusta mucho usar botas desde hace mucho tiempo. No tiene nada que ver con Estados Unidos ni con los vaqueros, tiene que ver con Ubrique y con Andalucía, ja, ja. Y con las botas camperas.

-Eres la imagen de todas las firmas de hombre que se venden en El Corte Inglés, es la primera vez que lo hacen, pero dicen que querían que tú representases a todos los hombres. ¡Qué responsabilidad!

-Yo es que... eso no me lo puedo plantear así como muy seriamente, ¿no? Trato de aceptar este tipo de cosas y de planteamientos comerciales de la manera más natural posible, ja, ja. Yo cómo voy a ser todos los hombres, yo ya bastante tengo tratando de ser yo mismo y de ver cómo me manejo en el mundo. Si otros piensan que puedo representar a determinados caracteres masculinos depende de ellos, pero yo no puedo pensar en ello. En el momento en el que uno intelectualiza ese tipo de cosas las pierde, yo trato de dejarme llevar y de ser yo, y ahí puedo encajar en la personalidad de otro, pero sin pensarlo mucho, ja, ja.

-A lo largo del spot, vemos que vas encarnando distintos matices de la personalidad que todos tenemos, en mayor o menor medida. ¿Cómo es la tuya, qué matices predominan más?

-Yo en ese sentido sí estoy bastante de acuerdo con el spot. Hay una parte que a mí me gusta mucho, y es que se hayan incluido elementos que podrían ser en un momento determinado negativos, pero lo que hacen es convertir al personaje en un ser humano. Por ejemplo, a mí me gusta mucho que se diga sí, muy bien, ganador; pero que inmediatamente, tres segundos después, se diga perdedor. Porque esa es la vida de las personas, las personas ganan y pierden, y están arriba y están abajo. Creo que lo que presentamos tiene un punto de realidad y creo que llega. Creo que llega porque lo que presentamos no es un héroe ni nada por el estilo, sino un ser humano. Y en eso sí me identifico, y hay muchos de los aspectos que ahí se tocan con los que me siento cómodo. Me siento cómodo con el ser divertido, con el ser espiritual; me siento cómodo con el ganador, con el perdedor, con el admirado, a veces incluso con el odiado, aunque ese elemento no lo hemos introducido.

 

-Al final del anuncio, los dos últimos calificativos que te ponen son: personaje, persona. Tú siempre has sido más persona que personaje. ¿Es una decisión firme que siempre has llevado a cabo la de ser tan humano?

-No, no, no se trata de una decisión meditada. Yo no soy una persona cerebral, nunca lo he sido. Soy una persona absolutamente intuitiva. Me he movido por intuición toda mi vida. No es algo cerebral.

-Estás en muchas cosas, en enero estrenas «Como la vida misma», una historia que abarca décadas y continentes y en la que todo está conectado a partir de un solo evento... ¿Qué es lo que conecta todos los hechos o decisiones de tu vida?

-El amor por mi profesión, desde hace mucho tiempo he amado la posibilidad que me ha dado la vida de contar historias y de contar lo que me ha tocado vivir. Eso me ha ayudado mucho a conocer a las personas, a las personalidades, las complejidades del mundo en el que vivo... Ese es el centro un poco de mi vida, ¿no? Bueno, yo digo amor por mi profesión, pero al final esa es la palabra clave, ¿no? Amor. 

-¿Cómo vas a celebrar el Fin de Año? ¿Te gustan estas fiestas navideñas?

-En contra de mucha gente a la que no le gustan las fiestas navideñas, a mí sí me gustan. Tienen un componente nostálgico que me gusta. Yo soy una persona muy familiar, y de repente estas fiestas como que reúnen a la familia, tienen algo reflexivo también. Hay muy pocos eventos a nivel mundial capaces de unir al planeta, y creo que la noche donde se cambia el año es una fiesta que se lleva a cabo durante 24 horas, mientras van cambiando las horas. Se empieza en Australia y se termina no sé por dónde, pero todo el mundo está haciendo la misma cosa y eso tiene algo de teatralidad que me interesa y que me gusta. Sí, sí, me gustan las Navidades, y me gustan mucho los villancicos, ja, ja.

-¿Serás el nuevo antagonista de «Westworld»? Se está rumoreando con eso. ¡Siempre te quieren en Hollywood!

-Sí, me están ofreciendo eso, pero creo que no lo voy a hacer. No me apetece mucho meterme en la tercera temporada de una serie ahora, no. Tengo el teatro por delante, que lo quiero abrir en septiembre del 2019. Estoy trabajando mucho para poder llevar a Málaga un teatro profesional de producción propia que pueda competir con Madrid, Barcelona, París o Londres, y voy a dedicar muchísimo tiempo a eso. No se trata de hacer una empresa desde un punto de vista financiero, sino simplemente de hacer algo donde no hay un profit [lucro]. No voy a por el dinero, vamos. Voy a hacer una cosa artística que creo que encaja muy bien en una Málaga absolutamente cultural, que ha ido explotando en ese camino, en esa ruta, en los últimos quince años. Y esto es por ir a completar, por poner más piezas de un puzle que espero que se complete en los años que están por venir y que no se pare. Yo no quiero que solamente sea la ciudad de los museos, sino que haya arte activo también. Los museos están bellos, son grandes instituciones allí, pero en realidad es arte pasivo y yo lo que propongo es arte activo.

-¿Quieres volver a dirigir?

-Sí, estoy escribiendo y en algún momento me voy a poner detrás de la cámara otra vez, sin duda.