«El blues de Beale Street», un clásico rescatado de James Baldwin

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

James Baldwin entre Charlton Heston y Marlon Brando y con Sidney Poitier y Harry Belafonte, en la marcha de Washington por los derechos civiles de 1963
James Baldwin entre Charlton Heston y Marlon Brando y con Sidney Poitier y Harry Belafonte, en la marcha de Washington por los derechos civiles de 1963 U.S. Information Agency. Press and Publications Service

La adaptación cinematográfica de la novela por el realizador Barry Jenkins, que aspira a tres Óscars, impulsa la recuperación de un libro que habla de amor, injusticia y derechos civiles

01 feb 2019 . Actualizado a las 16:20 h.

Más allá del éxito y la belleza del filme El blues de Beale Street -que ostenta tres nominaciones al Óscar, en las categorías de mejor actriz de reparto para Regina King, el guion adaptado para el cineasta Barry Jenkins y la banda sonora para Nicholas Britell-, ya ha merecido la pena la película realizada por el propio Jenkins -autor de la oscarizada cinta Moonlight- sobre la obra de James Baldwin (Harlem, EE.UU., 1924-Saint-Paul-de-Vence, Francia, 1987) solo por que ha favorecido la recuperación editorial en castellano de la novela en que se basa.

Hace apenas unos días llegó a las librerías. Se trata de un rescate en toda regla, de la mano de la colección Literatura Random House, que trae a la actualidad la traducción efectuada por Enrique Pezzoni para el sello bonaerense Sudamericana en 1974 -publicada así el mismo año en que apareció la novela en Nueva York-. Baldwin es sinónimo de vida dedicada a la lucha por la igualdad, el reconocimiento de la homosexualidad, los derechos civiles de la comunidad afroamericana y contra el racismo, un empeño este último que es el alma del relato aquí tratado, que también es una conmovedora historia de amor, por otra parte. La violencia y la sensualidad no se ocultan en la narración de Baldwin, que evita toda ampulosidad con una prosa que aborda el conflicto de una forma bastante directa, y con absoluta sencillez en los diálogos. El dolor y la injusticia son suficientes para cargar de emoción un libro que ya es un clásico marginal de la literatura norteamericana del siglo XX. La pobreza, la indefensión y la rabia dan cuerpo además este enronquecido blues de Baldwin, a lo que se suma la desesperanza y suciedad de la atmósfera carcelaria en que la fortaleza del orgulloso Alonzo Hunt se desmorona. El contundente filme I am not your negro (2016), del director Raoul Peck, puede dar más pistas al lector sobre la clase de luchador comprometido que fue James Baldwin, ya que se inspira en un libro que dejó inacabado, Remember This House