El gran poeta asturiano que tiene vía libre para escribir

Juan M. Arribas

CULTURA

 El poeta Antonio Gamoneda, ganador del Premio Cervantes en 2006,
El poeta Antonio Gamoneda, ganador del Premio Cervantes en 2006, JLCereijido

27 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Dejaré de escribir». Hace tres años, Antonio Gamoneda, el gran poeta asturiano afincado en León había tomado la decisión, muy dolorosa. El conflicto estaba entonces candente: Hacienda le obligaba a elegir entre cobrar la jubilación o percibir sus derechos de autor. Su postura era indeclinable: los ingresos como escritor serían muy pequeños, inferiores a los que podría tener por su pensión cotizada durante cincuenta años. Los escritores se unieron en la plataforma Seguir creando, formada por autores jubilados. Por poner un ejemplo: uno de los penalizados fue el fallecido Antonio Fraguas, Forges, con una sanción de 160.000 euros. La justicia, sin embargo, ha dado un vuelco a la polémica. Otro de los estandartes de la batalla en defensa de sus derechos, el escritor y periodista Javier Reverte, ha conseguido que una sentencia le permita compatibilizar el cobro de su pensión con los derechos de autor. Después de tres años envuelto en una batalla legal, la justicia le ha dado la razón y, además, la Seguridad Social deberá devolverle los 150.000 euros de multa que le había impuesto. «He tenido tres años y pico esa especie de losa en la cabeza que no me dejaba escribir tranquilo, he tenido que vender un piso que era para mis hijos». En la actualidad Reverte estaba pagando 2.000 euros al mes, ya que aceptó asumir a plazos el pago de la penalización. «Acepté pagarlo a plazos porque era más fácil, he tenido que vender una casa y no tenía ese dinero para pagarlo de golpe y encima me habían quitado 33.000 euros de pensión de todo un año, o sea, un total de 150.000 euros. Los escritores no somos gente rica, no llegamos a esas cantidades tan insólitas», ha explicado. Según ha contado, ahora está a la espera de que pasen cinco días, los que tiene la Seguridad Social para recurrir esta sentencia: «Pero sería absurdo si están preparando una ley que termina con esta injusticia que recurran contra mí». Gamoneda, desde su reino de León, puede respirar tranquilo, y la poesía también.