«El asturiano, como si fuera en francés o en euskera: son idiomas, deben abrir puertas no cerrarlas»

Carmen Liedo REDACCIÓN

CULTURA

El cantante asturiano Alfredo González
El cantante asturiano Alfredo González

«Afluentes» es el nuevo disco del cantante asturiano Alfredo González, un trabajo muy íntimo que por ahora considera la mejor versión de sí mismo

04 mar 2019 . Actualizado a las 19:26 h.

Alfredo González (Turón, 1981) ha dejado fluir la mejor versión de sí mismo en Afluentes. Así lo considera él después de cuatro años de silencio musical, cuatro años de parón que le han servido para reencontrarse y para crear el disco que quería, sin prisas ni calendarios. Asegura que es un trabajo íntimo porque incluye canciones escritas a lo largo de su carrera en el que se nota sus ganas de volver. No quiso dejar de incluir una canción en asturiano, porque como lengua que habitualmente habla, no concibe su carrera sin ella. Además, siente que «la llingua está viva» y que, como en cualquier otro idioma, debe «abrir puertas, no cerrarlas», por lo que no descarta otro disco íntegro en asturiano. Afluentes, disponible en tiendas y en plataformas digitales desde el pasado 15 de febrero, fue presentado en Mieres este sábado 2 de marzo. Después dejará que el disco suene, «que vaya incorporándose a la vida de la gente con calma» durante un verano con actuaciones contadas y ya en otoño iniciará su gira de conciertos.

-Entre los términos cantante o cantautor, y sin querer generarte dilemas, ¿cuál es más apropiado o prefieres para esta entrevista a colación de tu reciente disco?

-Escritor de servilletas.

-Desde hace dos semanas está en las tiendas y en las plataformas digitales Afluentes. Preséntanos tu nuevo trabajo…

-Es una colección de desembocaduras. Once maneras de desnudarme, producidas por el tremendo talento de Pachi García Alis, que me reencuentran con lo que considero mi mejor versión, aunque nunca se sabe…

-¿En que se diferencia este disco de los otros cinco que tienes en tu haber?

-Cada disco es tan distinto de los demás… Yo creo que lo que hace diferente a Afluentes es, además de la luminosa producción de Alis, que estas canciones no se concibieron juntas. Hay una de 2006, otras de 2009… Parece un recopilatorio de canciones inéditas. Y también, probablemente, se noten mis ganas de volver.

-Por ser tu sexto trabajo, ¿cuesta más crear canciones y hacer cosas nuevas cuando ya has expresado tanto en composiciones anteriores?

-Afortunadamente, aún no he tenido el pánico a la hoja en blanco, siempre tengo ideas y notas apuntadas en la moleskine. Pero es cierto que después de haber escrito tantas canciones es difícil no imitarse a uno mismo. Y también me pongo el listón más alto, tardo mucho en dar por buena una canción.

-Pentotal, una canción en asturiano en medio de las otras diez. Háblanos de ella… ¿Cómo surgió? ¿Cómo encaja en este disco?

-Iba a ser una canción para el disco nuevo de Silvia Quesada. Tenía la melodía de la estrofa y los dos primeros versos, pero cuando estábamos empezando a cerrar el repertorio del primer viaje a Baeza consideré que tenía que incluir una canción en asturiano, así que se la robé. Le di a la letra un toque diferente al que suelen tener las canciones que hago para ella y la grabamos. Desde mi punto de vista encaja como un guante, pues la producción de Pachi hace que todas las piezas del puzzle encajen a la perfección. Y en cuanto a que sea n’asturianu, como si fuera en francés o en euskera. Son idiomas, deben abrir puertas no cerrarlas.

-No sé si es cierto lo que he leído de que no crees en la inspiración. ¿Cómo surgen las canciones de Alfredo González?

-Bueno, algo habrá de inspiración, pero creo que hay que pelearla, jaja. Sí es cierto que algunas situaciones, algunos días más grises, algunas tardes de domingo en las que uno se siente incompleto ayudan a la creación de letras. Pero también lo es que, para escribir una buena letra, hay que reescribir mucho. Al menos, esa es mi opinión. Carlos Baute no te diría lo mismo (dice haciendo un paréntesis).

-Este disco llega después de cuatro años de silencio musical y un libro. ¿Es el disco que querías o es que ya tocaba? ¿Se siente presión cuando se está tanto tiempo sin publicar?

-Presión no he sentido porque, a mi nivel, nadie se va a preocupar de que Alfredo González esté callado. Necesitaba parar y reencontrarme y, sin duda, es el disco que quería. Cuando tuve el dinero suficiente llamé al productor que quería y grabé las canciones que me apetecían, sin prisas ni calendarios.

-Después de La paciencia del Faquir, un disco con muchas colaboraciones, este que presentas ahora es un trabajo muy tuyo sin más colaboración que la de Pachi García para la música de dos canciones. ¿Es Afluentes más íntimo y personal?

-Podría serlo, no te digo que no. Como comentábamos antes, hay canciones escritas a lo largo de toda mi carrera y eso genera una intimidad muy propia. Incluso en las aportaciones de Pachi a la música de Hilo de voz y La escalera se me ve, porque se adaptó a la perfección a mis manías.

-Llega de la mano de la multinacional Warner Music. ¿Qué le ha aportado a este disco el respaldo de esta discográfica?

-Aporta, sobretodo, un colchón logístico que es más complicado tener desde la autoedición. Cuestiones de distribución, visibilidad...

-En unos días presentarás el disco en Mieres, pero tus seguidores seguro que estarán deseando escucharte en directo. ¿Estás trabajando ya en una gira de conciertos?

-Sí, aunque hasta después del verano no vamos a hacer apenas conciertos. Mieres será el primero y la excepción asturiana. Haremos algo en Madrid y alguna fecha suelta, pero mi intención es dejar que el disco suene, que vaya incorporándose a la vida de la gente con calma, y ya en otoño, que es una estación con la que me identifico mucho, salir a correr y dejarse llevar. Como un afluente...

-¿Cómo es intentar vivir de la música aquí en Asturias?

-Aquí está empezando a ser complicado vivir de cualquier profesión... En mi caso, al no tener tampoco grandes ambiciones ni gastos desmesurados, no me resulta complicado vivir de la música. Aunque, evidentemente, no lo consigo sólo con mis canciones y mis giras, sino también escribiendo y tocando con otros artistas.

-¿Cantar en asturiano es ponerse límites y complicarse la vida? ¿Habrá otro disco como Dobleces?

-Yo lo veo al revés, es una puerta abierta. Pese a la cerrazón y la falta de argumentos de algunos sectores, lo que yo siento en la calle es que la llingua asturiana está viva, que hay mucha creación en este idioma y que la gente joven, que viene pujando con fuerza, la apoya. Además, yo no concibo mi carrera sin el asturiano porque es una de las lenguas que hablo habitualmente. Otro disco como Dobleces es complicado, porque fue producto de un tiempo y una situación muy concreta. Pero lo que espero es que haya otro disco con canciones sólo en asturiano.