Marta Nieto, premio en Venecia a la mejor actriz en la sección Horizontes de la Mostra

La Voz VENECIA / EFE

CULTURA

Marta Nieto recoge en Venecia su premio a la mejor actriz en la sección Horizontes por su papel en la película de Rodrigo Sorogoyen «La madre»
Marta Nieto recoge en Venecia su premio a la mejor actriz en la sección Horizontes por su papel en la película de Rodrigo Sorogoyen «La madre» PIROSCHKA VAN DE WOUW | Reuters

El palmarés del festival reconoce su papel protagonista en «Madre», la película que desarrolla el corto homónimo por el que Sorogoyen estuvo nominado este año al Óscar

07 sep 2019 . Actualizado a las 20:53 h.

La intérprete murciana Marta Nieto se alzó con el premio a la mejor actriz de la sección Horizontes, la segunda más importante de la Mostra Internacional de Cine de Venecia, por su papel en la película Madre de Rodrigo Sorogoyen. En el mismo espacio competitivo, el cineasta hispano-chileno Théo Court obtuvo, con su película Blanco en blanco, el galardón a la mejor dirección.

El cineasta hispano-chileno Théo Court recoge en la Mostra el premio a la mejor dirección de la sección Horizontes por su película «Blanco en blanco»
El cineasta hispano-chileno Théo Court recoge en la Mostra el premio a la mejor dirección de la sección Horizontes por su película «Blanco en blanco» PIROSCHKA VAN DE WOUW | Reuters

La película Madre desarrolla el corto homónimo por el que Sorogoyen estuvo nominado este año al Óscar, la historia de una madre angustiada por la desaparición de su hijo que, diez años después, trata de rehacer su vida.

Horizontes es la segunda sección competitiva más importante del certamen, después de la oficial.

Muy emocionada, la actriz dedicó el premio a «todo el equipo», que le ha enseñado cómo se hace el cine, y recordó que la película es «una historia de amor que revive y que renace». Agradeció este regalo especialmente a Sorogoyen y pidió a la gente que fuera a ver la cinta al cine.

Nieto ha desarrollado buena parte de su carrera en televisión y es conocida por series como Vis a vis o Secretos de Estado y ha trabajado también en películas como El camino de los ingleses (2006), dirigida por Antonio Banderas. Pero su popularidad se disparó a raíz del corto Madre que dio la vuelta al mundo.

El largometraje presentado en Venecia supone la única representación española en el festival, junto al navarro Oskar Alegría, con el documental Zumiriki y el hispano-chileno Théo Court, que, con el largometraje Blanco en blanco, se alzó con el galardón a la mejor dirección en la misma sección competitiva, Horizontes, que indaga las nuevas corrientes expresivas.

La trama de Madre se centra en la relación que la protagonista, Elena, establece con un adolescente francés que le recuerda a su hijo y que transcurre por territorios que pueden rozar los límites de lo considerado moralmente aceptable, a la vez que lidia con las consecuencias del trauma.

Hace tres ediciones, en el 2016, el premio Horizontes a la mejor actriz recayó en otra intérprete española, Ruth Díaz, por su papel en Tarde para la ira, filme en que el actor  Raúl Arévalo debutó en la dirección.

El cineasta hispano-chileno Théo Court recibió el premio de manos del uruguayo Álvaro Brechner, miembro del jurado, y dio las gracias a todos ellos por confiar en una película «muy particular» pero «hecha con un amor tremendo». Igualmente agradeció el apoyode los productores y expresó su confianza en que la cinta, protagonizada por Alfredo Casto, tenga un largo recorrido.

Court también obtuvo, el viernes, el segundo premio de la Federación internacional de críticos de cine (Fipresci) en la Mostra. El primero, dedicado a una de las películas de la sección oficial, fue para Roman Polanski y su J'Accuse.

Los críticos del Fipresci destacaron el largometraje de Court por «el acercamiento único a un viaje hacia la modernidad y la locura en una parte remota del mundo, que combina el duro retrato de un genocidio con la expresión del alma de un artista». Y aplaudieron especialmente las «hermosas imágenes», tomadas entre Tierra del Fuego y la isla canaria de Tenerife, así como la «delicada» interpretación de Alfredo Castro.

En el preludio del siglo XX, Pedro (Castro) llega a Tierra del Fuego, un territorio hostil y violento, para fotografiar el matrimonio del poderoso latifundista, Mr. Porter. La futura esposa, apenas una niña, se convierte en su obsesión. Tratando de capturar su belleza, traiciona al poder que domina el territorio. Descubierto y castigado, Pedro no puede escapar y acaba siendo partícipe y cómplice de una sociedad que convive con el genocidio de los nativos Selknam.