Un galardón para todas las esquiadoras

Carolina Ruiz Castillo REDACCIÓN

CULTURA

La estadounidense Lindsey Vonn, tras su triunfo.
La estadounidense Lindsey Vonn, tras su triunfo. ANDREA SOLERO efe

La esquiadora Carolina Ruiz Castillo, campeona de Europa y campeona del Mundo de esquí, habla sobre Lindsey Vonn, Premio Princesa de Asturias de Deportes 2019

16 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Premio Princesa de Asturias de los Deportes que ha recibido Lindsey Vonn este año es muy importante para el mundo de la nieve y de la mujer. Es muy importante porque se da valor a un deporte a veces desconocido y porque ha dado la oportunidad de que mucha gente se interese y lo conozca. La carrera de Lindsey Vonn es impresionante. Aparte de todas las competiciones, medallas olímpicas y copas, Vonn ha conseguido muchos récords en cuanto a número de victorias. No sólo en disciplinas de velocidad, porque ha sido una de las pocas corredoras que también ha ganado en las cuatro disciplinas. Hemos visto récords como los que hizo Tina Maze en su momento, pero sólo durante unas pocas temporadas y, sin embargo Vonn se ha mantenido muchas más. Yo competí con ella varios años y puedo decir que vi de cerca cómo se mantenía mucho tiempo en lo más alto. Excepto en los últimos dos o tres años debido a las lesiones, hay que reconocer que demostraba una gran superioridad sobre todas nosotras. Había dos listas de resultados: ella como primera y luego, de ahí para atrás.

Eso puedo decir del aspecto deportivo. Pero también hay que destacar que Vonn es una persona muy mediática que ha cambiado la forma de ver a las mujeres en este deporte; como se puede apreciar, siempre se ha preocupado mucho de su aspecto y creo que eso ha abierto una puerta muy importante y muy positiva para la imagen de la mujer: a las esquiadoras ya no se nos ve como máquinas. Es cierto que tenemos un físico muy fuerte, musculado, y que llevamos una indumentaria que no deja ver cómo somos, mujeres igual que las demás. Ella lo ha hecho muy bien y hoy en día todas las corredoras se preocupan mucho más por su aspecto.

No obstante, no podría afirmar que exista discriminación en el esquí en cuanto al circuito femenino. Hablaría más bien de diferencias: es cierto que el masculino atrae más atención y lo que eso supone en cuanto a beneficio económico. Siempre hubo y habrá diferencias físicas entre hombres y mujeres y eso condiciona también la atención que se le da a la categoría masculina. Pero sí puedo decir que en esto también Lindsey Vonn ha jugado muy bien ese papel, el de poner en valor lo que hacemos, dentro de nuestras características. Y ha atraído la atención de patrocinadores que no sólo se han fijado en ella sino en todas las corredoras.

Pensemos en lo difícil que es llegar tan alto. Cuando hablamos de una campeona de esquí del nivel de Vonn, hay que pasar por años de intensa preparación que comienzan además desde edad tan temprana que a veces asusta y, después, una dedicación total. En mi caso, con 12 años de edad ya estaba fuera de casa viajando. El esquí alpino es exigente: supone largos años de entrenamiento físico y mental y viajar constantemente. Es verdad que conoces mucho mundo, conoces lugares gratos y adquieres experiencia, pero también es cierto que, por eso, la vida de un esquiador es un poco más complicada que la de otros deportistas.

Por otra parte, el esquí es duro, es un deporte de riesgo. Las lesiones están a la orden del día, de hecho hay estadísticas que dicen que son muy pocas las personas en esquí de competición que no sufran una lesión grave. Hay que pensar, en el caso de Vonn, que se bajan pendientes a velocidades de 130 kilómetros por hora. Una caída en estas condiciones es tremenda y puede conllevar lesiones graves. Ella misma sufrió caídas que le provocaron lesiones de rodilla, en los últimos años bastante seguidas. A partir de ahí empezó, lógicamente, a disminuir su rendimiento. Y además, nuestro circuito apenas da descanso y eso se nota en el desgaste físico. Empieza a finales de octubre y dura hasta finales de marzo y apenas hay un fin de semana en el que no haya una carrera, casi nunca da tiempo a volver a casa para descansar.

Por desgracia, la vida deportiva de las esquiadoras es relativamente corta, como máximo hasta los 35 años (Lindsey Vonn se ha retirado con 34). Un hombre puede tener familia, es padre y puede seguir compitiendo, pero no es nuestro caso. Algunas han intentado ser madres y seguir en la competición de alto nivel, pero resulta casi imposible. Sin embargo, quiero decir que eso es en cuanto al deporte de alto nivel; no se puede hacer muchos años más por su exigencia física y mental, y hay que realizar muchos sacrificios. Sin embargo, el esquí es un deporte de ocio muy completo y divertido, que se puede realizar hasta avanzada edad y en compañía de otras personas, al aire libre, en paisajes impresionantes. Es para todos.