«El amor está en el agua», amor más allá de la muerte

Sabela Pillado

CULTURA

Fotograma del filme de animación «El amor está en el agua»
Fotograma del filme de animación «El amor está en el agua»

La película dirigida por Masaaki Yuasa es una comedia cimentada en las bases de una tragedia, que ofrece una reflexión sobre la pérdida y la superación

18 feb 2020 . Actualizado a las 08:59 h.

El amor está en el agua no es quizás el más sobresaliente de los animes que nos han llegado en los últimos tiempos, pero, sin embargo, llama la atención poderosamente por una extraña combinación de géneros que hace que se desmarque de lo habitual. La trama parte de una historia romántica en la cual chica conoce a chico, ambos vinculados al mar (y ya puestos, al surf). Tras un salvamento en un incendio se enamoran, pero, cuando todo parecía ir sobre ruedas, él muere en un accidente en el mar. A partir de ahí, se desencadena el drama por la pérdida, hasta que descubren que su espíritu ha quedado vinculado al agua y se manifiesta cada vez que suena su canción.

Así tenemos ya triangulado el romance, la comedia y el drama a partes iguales, vinculados todos ellos por el componente sobrenatural de la trama. Unos ingredientes que podrían remitirnos desde nuestra óptica occidental a la cinta noventera Ghost (Jerry Zucker, 1990), si no fuese porque son elementos habituales de la tradición nipona, y por ello reincidentes en sus manifestaciones artísticas.

Su director, Masaaki Yuasa, cuenta con una carrera que en sus inicios podríamos definir como más vinculada a la psicodelia. Colores vivos, música pop, experimentación conceptual, derroche de creatividad visual… todo ello ha definido el cine de un realizador que aquí suaviza sus rasgos y firma la que es, quizás, su película más clásica en lo formal y más accesible al gran público en lo conceptual. Porque El amor está en el agua es una comedia cimentada en las bases de una tragedia, que mediante sus mecanismos de evasión del dolor, los trazos de sus dibujos y su aparente ligereza, nos ofrece una reflexión sobre la pérdida -en este caso entre los jóvenes- y sobre el sobreponerse a las adversidades, aprender a valerse por uno mismo y descubrir lo que se desea realmente en la vida y las capacidades que cada cual tiene para ello.

Y todo eso mediante una historia bonita, que se libra de lo cursi por su componente dramático, que cuenta con un tema musical central mediático, y que nos ofrece un mundo de magia y color.

«KIMI TO, NAMI NI NORETARA»

Japón, 2019.

Director: Masaaki Yuasa.

Guion: Reiko Yoshida.

Música: Michiru Ohshima.

Animación.

94 minutos.