«Cuestión de justicia»: Culpables desde la cuna

eduardo galán blanco

CULTURA

Pese a abordar un tema muchas veces tratado en el cine, la película de Cretton destaca por sus intenciones y su lograda construcción

05 mar 2020 . Actualizado a las 09:09 h.

Basada en un caso real, Cuestión de justicia nos cuenta la historia de un joven abogado negro licenciado en Harvard que, en lugar de apuntarse a la vida fácil del negocio de la ley, abandona su Delaware natal y desciende a los infiernos de Alabama, para, con una pequeña ayuda federal, actuar como abogado de oficio de negros pobres que están en el corredor de la muerte. Allí conoce a un hombre afroamericano, acusado del asesinato de una joven blanca, que espera la inminente pena capital y cuya condena está montada sobre el falso testimonio de un delincuente que ha obtenido la libertad a cambio del perjurio. Estamos en los años ochenta, el racismo es rampante en el Sur y el abogado activista tendrá que enfrentarse a amenazas, humillaciones y abusos de la policía, fiscales y vigilantes de cárceles.

«En Alabama, los negros somos culpables desde que nacemos», dice el hombre del corredor de la muerte y buena parte de la narración incide en la injusticia del sistema que es «solo otra manera, más hipócrita, de linchar a un hombre negro».

Aunque resulta inevitable decirnos «esto ya lo hemos visto» -Pena de muerte, Ejecución inminente, Causa justa…-, lo cierto es que la película es tan bienintencionada y está tan bien construida, con una brillante tensión que conduce el director de la muy notable El castillo de cristal -también con Brie Larson-, que realmente no te importa la escasa novedad. A ratos piensas en La jauría humana, Arde Mississippi y, sobre todo, en Matar a un ruiseñor, pues el drama de la muerte de la chica sucedió, irónicamente, en Monroeville, donde se desarrollaban la novela de Harper Lee y la película homónima de Robert Mulligan, interpretada por Gregory Peck. El fiscal sin escrúpulos que junto al sheriff racista intentan torpedear el trabajo del protagonista, le recomienda, con gran desfachatez, visitar el museo de Atticus Finch.

Sorprende además el sensible trabajo de Michael B. Jordan, acostumbrado a papeles de acción -Creed, Black Panther-, como el joven abogado batallador. Y disfrutas también con algunas encarnaciones secundarias brillantes: Rafe Spall de fiscal arribista, Rob Morgan de compañero de corredor tartamudo y Tim Blake Nelson, muy bien puesto como miserable perjuro.

«CUESTIÓN DE JUSTICIA»

[«JUST MERCY»]

EE. UU., 2019.

Director: Destin Daniel Cretton.

Intérpretes: Michael B. Jordan, Jamie Foxx, Brie Larson, Rob Morgan, Tim Blake Nelson, Rafe Spall, O´Shea Jackson Jr., Michael Harding, Karan Kendrick. Drama.

132 minutos.