Muere Bill Withers, la voz de «Ain't No Sunshine» y «Lean On Me»

Xesús Fraga
X. Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Withers, en una imagen del 2015
Withers, en una imagen del 2015 Aaron Josefczyk | Reuters

El cantante ha fallecido este viernes a los 81 años por problemas de corazón

03 abr 2020 . Actualizado a las 18:20 h.

Hay canciones tan perfectas que no parece que hayan podido ser concebidas con otra forma. Y, sin embargo, tienen detrás una historia de intuición y talento que las han hecho como son. Ocurrió con Ain’t no Sunshine, la canción más conocida de Bill Withers, fallecido este viernes a los 81 años por problemas del corazón.

Nacido en West Virginia, un joven Withers se había mudado a Los Ángeles, donde esperaba labrarse un futuro como cantante mientras fabricaba retretes para aviones en la Boeing. Con músicos de Stax y la producción de Booker T. Jones, grabó en 1971 su álbum de debut, Just as I Am, que incluía el tema que lo catapultó a la fama y que ha sido versionado incontables veces. Frente a quienes le argumentaban que una canción sin estribillo no sería jamás un éxito, Withers se fio de su intuición y dejó Ain’t no Sunshine tal y como lo había escrito, incluidas las 26 veces que repite «I know» en el tramo central del tema y que, a la postre, sería una de las singularidades que lo convertirían en un clásico inolvidable.

Pero Just as I Am no era un único éxito acompañado de material de relleno, sino que, escrito íntegramente por Withers, era un muestrario logrado de su capacidad como compositor. Desde el crescendo tonal de Harlem, que parece emular la tensión en las calles en aquella época, a la emotiva Grandma’s Hands —el cantante perdió de niño a su padre y fue criado por su madre y su abuela—, el álbum situó a Withers en la primera fila del soul, un género al que él llevó una cierta sensibilidad folk.

Apenas un año después revalidó su posición con su obra maestra, Still Bill, que contiene su otro gran éxito, Lean on Me, con claras influencias góspel, apoyado por otros baluartes de su repertorio, como Use Me o Who is He (And What is He to You)? En los siguientes cinco años Withers entregó otros tantos discos con puntualidad exquisita y, aunque no mantenían el nivel estratosférico de los dos primeros, eran sólidas piezas de soul. Y, por si quedase alguna duda con respecto a su presencia escénica, donde su voz le imprimía a las canciones todos los matices necesarios, desde el lamento doliente a la euforia, Live at Carnegie Hall dejaba patente su faceta como intérprete y seductor de públicos.

Tras un paréntesis en 1985 entregó Watching You Watching Me, pero a partir de aquí enmudeció: no le gustaban las obligaciones de la fama y estaba harto de discutir con ejecutivos discográficos miopes. Lo dejó todo. Su historia puede disfrutarse en el documental del 2010 Still Bill.