Javier Sierra publica «El mensaje de Pandora», una fábula que advierte del virus de la ignorancia

carmen naranjo MADRID / EFE

CULTURA

Javier Sierra ganó el Planeta en el 2017
Javier Sierra ganó el Planeta en el 2017

El libro nació durante los primeros momentos de la pandemia y el confinamiento

24 jun 2020 . Actualizado a las 13:36 h.

El escritor Javier Sierra quiso durante el confinamiento encontrar un sentido a lo que estaba viviendo y de ahí salió su novela El mensaje de Pandora (Planeta), una fábula esperanzadora en la que recurre a los mitos y a través de la que advierte del «virus de la ignorancia», el peor al que nos enfrentamos. Sierra (Teruel, 1971) explica que el libro nació desde los primeros momentos de la pandemia y el confinamiento de la necesidad de interpretar como escritor la realidad que estaba viviendo, ya que «necesitaba imperiosamente encontrarle un sentido». Y para ello puso en paralelo la actualidad que vivía todo el mundo ante la enfermedad con los mitos de nuestros antepasados.

«El arquetipo de la novela es el mito de Pandora», explica Sierra, la primera mujer, a la que Zeus entregó una caja con la orden de no abrirla y en la que se guardaban todos los males. Pero cuando por curiosidad, ya en la Tierra, abre la caja y los deja escapar. Una caja que, según el mito, procede de fuera, algo que el escritor, Premio Planeta 2017, interpretó desde otra óptica: «Lo relacioné con una hipótesis científica olvidada y fascinante que apunta a que la vida y también las bacterias y los virus han llegado en forma de asteroides y meteoritos», de tal forma que la vida es «algo cósmico», indica el autor.

Se trata de la hipótesis de la panspermia que, señala, han defendido Premios Nobel y que a Sierra le pareció «la versión moderna del mito de Pandora».

Una teoría de la que se hace eco en su novela a través de un relato que cuenta la historia de Arys, una joven cretense que recibe en medio de la pandemia del coronavirus una carta de una tía suya de Atenas. El género epistolar ha sido el elegido por Sierra, cuyo padre era cartero, porque «apela directamente al lector, a sus memorias y a sus recuerdos», indica.