Antonio Fontana, premio de novela Café Gijón: «La memoria es fabuladora: te miente, te equivoca»

José Luis Picón

CULTURA

El escritor malagueño consigue el galardón literario con «Hasta aquí hemos llegado», una novela en la que un grupo de ancianas relatan y «adornan» sus vidas

17 sep 2020 . Actualizado a las 16:53 h.

El escritor malagueño Antonio Fontana da la voz en «Hasta aquí hemos llegado», ganadora del Premio de Novela Café de Gijón 2020, a un grupo de ancianas que en una residencia relatan sus respectivas vidas y a veces las «adornan», porque sostiene que «la memoria es una escritora de ficción fantástica».

«La memoria es fabuladora; te miente, te equivoca», ha afirmado este jueves en una entrevista con Efe Fontana, que califica su novela como «un puñetazo en la mesa de unas mujeres ancianas, hartas y fastidiadas, que están en una residencia, unas por voluntad propia y otras obligadas porque sus hijos las han llevado».

Allí están «entretenidas con sus dolores» y relatan al lector sus vidas, «reales o imaginarias», porque, apunta el escritor, «no es que se la inventen de pe a pa, sino que ¿quién, cuando cuenta su vida, no la adorna aquí o allá?».

A Fontana le interesa mucho la vejez, y para hablar «de lo amargo y de lo que nadie quiere ver» cree que hay que recurrir «al humor negro» y «echarle un poco de gracia al asunto, con una mirada que no sea completamente trágica, sino agridulce, y que provoque una sonrisa».

Estas ancianas son «monotemáticas» y a su edad «hablan a calzón quitado, les importa un pepino la corrección lingüística y son absolutamente libres».

Además, «han sido feministas sin saberlo, porque la vida no les ha dado un minuto de respiro y no se han parado a pensar qué son», sino que simplemente «han manejado las cartas malísimas que les ha dado la vida, unas cartas birriosas, y han hecho con esas cartas lo que han podido».

Cita el ejemplo de su abuela, sin tiempo para «saber si ha sido feminista», porque lo único que ha hecho ha sido «tirar para adelante como ha podido, con menos estudios, en una situación más difícil y con una guerra por medio, y no ha podido reflexionar, porque la vida se la comía».

Aunque esta novela está escrita antes de la pandemia, se sitúa en una residencia de ancianos, y Fontana cree que «no es necesario llegar a la situación del coronavirus para ver lo que hacemos con la vejez».

«¿Qué hacemos con las cosas que no queremos ver, como la muerte o la vejez? Las apartamos. Antes la gente moría y se le amortajaba en su casa, y ahora morimos en sitios totalmente asépticos que parecen naves espaciales, y las residencias son uno de los grandes negocios del siglo XXI», afirma Montana, que sin embargo admite que las residencias «son necesarias».

Fontana se siente muy feliz por ganar este Premio Café Gijón, instituido en 1949 por Fernando Fernán-Gómez, y que cuenta con un jurado «para quitarse el sombrero» en el que están José María Guelbenzu, Mercedes Monmany, Rosa Regàs, Antonio Colinas y Marcos Giralt Torrente.

«Siento que he vuelto a casa, después de haber sido finalista del premio con 'El perdón de los pecados' en 2003», ha afirmado a Efe el escritor, que verá publicada por Ediciones Siruela la novela ganadora a principios de 2021. 

En su fallo, el jurado ha destacado dos cualidades fundamentales en la obra: «La primera es que se trata de una visión tan sutil como insólita de la ancianidad; la segunda, el riesgo que ha asumido el autor al crear un conjunto de voces bien caracterizadas, las cuales rompen con los estereotipos que más circulan en nuestra sociedad y dan una perspectiva compleja, dinámica y tragicómica de dicha etapa vital».