La poesía íntima y que trasciende el tiempo de la Nobel Louise Glück

x. f. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Gluck, el día del fallo del Nobel
Gluck, el día del fallo del Nobel KATHERINE TAYLOR | Reuters

La escritora agradece el galardón con un discurso sobre su concepción lírica

08 dic 2020 . Actualizado a las 10:12 h.

La web de los premios Nobel publicó este lunes el discurso de aceptación del galardón en la modalidad de literatura por la escritora norteamericana Louise Glück (Nueva York, 1943). Un texto que resume su concepción de la lírica, enmarcada en esas dos fuerzas contrapuestas que son la voz íntima y personal de la poeta y su posterior difusión y aceptación en público. Glück deja clara en su discurso que prefiere la obra de autores cuyo yo poético no solo parece dialogar de tú a tú con sus lectores, sino que es capaz de incorporarlos al poema. Así, puso como ejemplos a Emily Dickinson y a William Blake. De este último relató una historia fascinante: siendo una niña de apenas cinco o seis años, Glück ya conocía los versos del gran escritor inglés y había elegido, en concreto, los de The Little Black Boy, como finalista junto a Swanee River, de Stephen Foster, para decidir cuál de ambos se proclamaba el mejor poema del mundo. Ganó Blake. «De alguna forma, era consciente de que estaba siguiendo mi competición. Sabía que estaba muerto, pero también sentía que estaba vivo, ya que era capaz de percibir su voz hablándome; disfrazada, pero era su voz», escribe la Nobel.

Glück pone estas obras como ejemplo de esa sintonía que existe entre la voz poética y quien la lee, por muchos siglos que los separen. También expresa su temor sobre cómo las obras pierden precisión con la generalización de su alcance. En este sentido, la autora prefiere que sus versos no se diluyan en una masa anónima, sino que expresa su deseo de que interpelen a cada lector de uno en uno: sustituye el concepto espacial por otro de temporalidad y secuencia, un alcance profundo en el tiempo.