Una exposición rescata la «profundidad del pensamiento» de Concepción Arenal

CULTURA

Detalle de la exposición sobre Concepción Arenal que acoge la Biblioteca Nacional, en Madrid
Detalle de la exposición sobre Concepción Arenal que acoge la Biblioteca Nacional, en Madrid BENITO ORDÓÑEZ

La Biblioteca Nacional recorre la vida y la obra de la gran liberal y activista

16 dic 2020 . Actualizado a las 08:51 h.

Fue una de las grandes pensadoras del siglo XIX español, pero sigue siendo una desconocida. La exposición Concepción Arenal. La pasión humanista tiene «como objetivo demostrar que es una figura absolutamente imprescindible para entender la historia del siglo XIX español y la evolución del pensamiento en nuestro país, tanto desde el punto de vista filosófico e intelectual, como moral o jurídico», asegura a La Voz su biógrafa Anna Caballé, una de las dos comisarias de la exposición que conmemora el bicentenario de su nacimiento. A pesar de su valía, «no se la ha tenido en cuenta, no está en los libros de texto ni se la estudia en las facultades; por eso en esta muestra rescatamos la profundidad de su pensamiento, a partir de la visibilización que hacemos de su figura», explica Caballé.

El abolicionismo fue una de las grandes batallas que libró Concepción Arenal
El abolicionismo fue una de las grandes batallas que libró Concepción Arenal BENITO ORDÓÑEZ

La exposición inaugurada este martes en la Biblioteca Nacional por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, permanecerá abierta hasta el 4 de abril. Está divida en dos espacios, en los que se combinan textos explicativos, imágenes y objetos de la época, jalonados con frases de la ferrolana. En una de las salas se recorre su biografía en el contexto del convulso siglo XIX. En la otra, se repasan los temas clave de su producción. Hay documentación inédita que se exhibe por primera vez y 120 piezas originales (manuscritos, fotografías, cartas o primeras ediciones).

La otra comisaria, la catedrática de Teoría de la Información Cristina Peñamarín, destaca la idea que impregna la obra y la acción social de Arenal: «Solo mejorándonos damos sentido a nuestra vida y al mismo tiempo procuramos el bien de la sociedad». Las comisarias escriben en el catálogo que «su idea de la perfectibilidad del ser humano es el sueño de todo humanismo».

Las dos comisarias de la exposición: Cristina Peñamarín y Anna Caballé
Las dos comisarias de la exposición: Cristina Peñamarín y Anna Caballé BENITO ORDÓÑEZ

Activista de numerosas causas, fue pionera de la lucha por la dignidad de los presos y su reinserción en la sociedad, partidaria de una reforma penal avanzada que plasmó en sus precursores Estudios penitenciarios; abolicionista de la esclavitud en el último país occidental que la suprimió en sus colonias; defensora de los derechos de las mujeres, aunque no se declarara feminista, y de los trabajadores; teórica y practicante de la caridad y la compasión. Peñamarín resalta que luchó contra el hecho de que los hombres ilustrados «pudieran tener esclavos y esclavizar a las mujeres por considerarlas incapaces de pensamiento moral autónomo».

Caballé, ganadora del Premio Nacional de Historia 2019 por su biografía Concepción Arenal. La caminante y su sombra, la califica como «pensadora ética de referencia». La exposición pretende ir más allá, «combatir», según la profesora, la anécdota más conocida sobre la autora, cuando acudió vestida con pantalones, levita y sombrero a la Facultad de Derecho en 1842, que, en contra de lo que se ha dicho, no era un gesto desafiante, y que opaca la trascendencia de su obra.

«Era liberal, progresista, reformista católica, lo que la convirtió en una mujer que estaba en tierra de nadie; para los krausistas era demasiado católica y para los católicas demasiado liberal, lo que explica que una vez muerta no la reivindique nadie», lamenta Caballé.

Caballé, una de las comisarias de la exposición, defiende la galleguidad de Arenal
Caballé, una de las comisarias de la exposición, defiende la galleguidad de Arenal BENITO ORDÓÑEZ

«Se le reprocha su escasa galleguidad, pero era muy gallega»

«La vinculación de Arenal con Galicia es constante, de hecho nace en Ferrol (en 1820) y muere en Vigo (en 1893), aunque no compartió el espíritu regionalista de la época, tenía una visión de España en su conjunto y precisamente sufrió mucho con las revoluciones cantonales que se producen en el período revolucionario», relata Caballé. En ese sentido, «a veces se le ha reprochado su escasa galleguidad, pero sin embargo era muy gallega, profundamente gallega». En la exposición se repasan los ocho lugares en los que transcurrió su vida: Ferrol, Armaño (la aldea cántabra donde nació su padre), Madrid, Potes, A Coruña (donde fue visitadora de prisiones), Madrid, Gijón y Vigo. Caballé señala que le marcó mucho la caída en desgracia de su padre, un liberal moderado al que Fernando VII relegó como «oficial capitulado» y confinó junto a su familia en Leiro, hasta su muerte en 1829. «La visión de este padre proscrito la persiguió siempre, mi convicción es que su dedicación a las víctimas de todo tipo tiene su origen ahí, eso le generó la necesidad de ayudar a otros», arguye.

«Una de las cosas más lamentables en el feminismo del XIX es que cada mujer luchaba en solitario», señala Caballé, que apunta que, por ejemplo, «Emilia Pardo Bazán y Concepción Arenal, dos grandes mujeres de ese siglo, no se pueden ni ver, no se comunican entre ellas», aunque la autora de Los pazos de Ulloa «acarició la idea de escribir la biografía de Arenal». Para la ferrolana, Pardo Bazán «representaba un tipo de feminidad que no quería para sí ni para las mujeres».

Arenal era una persona muy reservada, a la que no le gustaba hablar de sí misma. Sus últimos veinte años transcurrieron prácticamente en la reclusión y, al final, pasó muchas tardes, junto a su estufa, «destruyendo todo tipo de documentación que tuviera que ver con su vida privada», porque, como a todas las escritoras de su siglo, «le preocupaba mucho el qué dirán».