«23 paseos»: El amor en tiempos otoñales

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

Paul Morrison se adentra en la comedia romántica, sumándole la tradición realista y social británica

17 ene 2021 . Actualizado a las 10:03 h.

El carácter metafórico de los parques londinenses -«los pulmones de un Londres irrespirable», escribió Dickens- ha propiciado significativas representaciones en las películas; del Maryon Park de Blow Up al Holland Park de Scoop, pasando por los jardines de Kensington que en innumerables ocasiones frecuentaron los Peter Pan del cine. Hampstead Heath es otro pulmón dickensiano, casi un bosque, desde el que se tiene unas vistas espectaculares de la ciudad, como si contemplaras la City con el distanciamiento de un entomólogo. Ahí se rodó hace unos años Una cita en el parque, otra historia de amor otoñal -con Diane Keaton y Brendan Gleeson- como lo es 23 paseos. Pero aquí, The Heath no es la selva tarzanesca en la que retozaban el Tarzán Gleeson -barrigón pero proteico- y la Jane de Diane Keaton. En 23 paseos los encuentros en la edad madura -muy madura- los protagonizan dos actores con mucho menos glamur y también mucho más reales.

Los eternos secundarios Alison Steadman y Dave Johns -inolvidable en Yo, Daniel Blake- son una Eva y un Adán con arrugas y surcos, pareja muy de andar por casa. El director y guionista Paul Morrison -autor de Sin límites, aquella cosa rara y falsamente naturalista sobre los años estudiantiles de Dalí, Buñuel y Lorca- se adentra en la comedia romántica, cargándola con la ilustre tradición realista -y social- británica. Los casi septuagenarios cruzan sus caminos paseando perros y su relación hecha de soledades, fragilidades y medias verdades se sucede sin énfasis en los 23 encuentros del título.

Efectivamente, la película es lo menos enfático que uno pueda imaginarse. Todo quiere ser cotidiano y hasta vulgar, con un propósito claramente meditado. La vida es poco original y el dolor muy previsible. Los grandes actores se quedan sin nada a lo que agarrarse si exceptuamos su humanidad desnuda.

A veces rozamos los límites de lo ramplón y hasta del ridículo -cuando ella, en la soledad del parque, le canta a él un Bésame mucho desgarrado y desafinado-, pero uno tiene la sensación de que la ternura, la melancolía y el pudor pierden algunas batallas pero vencen en la guerra de la coherencia y la honestidad. Las dos secuencias de sexo «vetusto» podrían pasar a la antología de la no mistificación cinematográfica. «Hemos perdido práctica», dice ella. Y él responde que «no es cierto lo que se dice, cuando eres viejo necesitas más», pensando, seguramente, en muchas otras cosas.

«23 PASEOS»

[«23 WALKS»]

Reino Unido, 2020.

Director: Paul Morrison.

Intérpretes: Dave Johns, Alison Steadman, Natalie Simpson, Marsha Millar, Graham Cole, Nina Smith.

Comedia dramática.

102 minutos.