Con motivo del 80.º aniversario de su muerte, rescatan las biografías que Ángeles Egido y Josefina Carabias dedicaron a la figura del estadista que presidió la Segunda República
08 mar 2021 . Actualizado a las 09:19 h.El 2020 fue el año Manuel Azaña (Alcalá de Henares, Madrid, 1880-Montauban, Francia, 1940). Se cumplían 140 años de su nacimiento y 80 de su muerte en el exilio. Este último dato es decisivo, porque con el inicio del 2021 Azaña se integró en la nómina de autores cuyas obras quedan libres de derechos, es decir, entró en el dominio público -fueron un total de 166 los incorporados, según la Biblioteca Nacional de España (BNE), entre ellos, María Vinyals, marquesa de Ayerbe, escritora pontevedresa, militante socialista y activista feminista y sufragista.
Precisamente la citada institución promueve la exposición Azaña: intelectual y estadista, que reúne dos centenares de objetos que articulan un recorrido a través de las distintas etapas de su vida y que, inaugurada en diciembre, aún se podrá visitar, de forma gratuita, hasta el próximo 4 de abril.
Además de poner de nuevo en las librerías la obra de este prolífico escritor -fue Premio Nacional de Literatura en 1926-, traductor, estadista, político, jurista y defensor de la cultura y la educación como motores principales del progreso que precisaba la España europeísta con que soñaba, la efeméride ha alentado el rescate de, entre otros libros, las biografías sobre quien fue presidente de la Segunda República debidas a la catedrática de Historia Contemporánea en la UNED Ángeles Egido León -que también es, junto a Jesús Cañete Ochoa, comisaria de la exposición de la BNE- y la reportera Josefina Carabias.
El sello Guillermo Escolar Editor recupera Manuel Azaña. Entre el mito y la leyenda, ensayo que Egido publicó en 1998 y que ofrece una completa panorámica sobre el personaje y el hombre que aquel parcialmente ocultaba, el que en uno de sus primeros grandes mítines, en 1930, en la madrileña plaza de toros de las Ventas, proclamó: «La República será democrática, o no será».
También Seix Barral rescata Azaña. Los que le llamábamos don Manuel, texto biográfico que escribió Josefina Carabias -lo concluyó en 1980, poco antes de morir- y que retomaba las charlas que había iniciado con el protagonista en las vísperas de la llegada de la Segunda República, cuando ella era una reportera de 22 años. Abogada, periodista y escritora, ejerció la profesión durante la República, el franquismo y la Transición y su carácter pionero empapa el tono moderno con que muestra al estadista, en un intento de atrapar su esencia íntima.
Ambos libros se complementan en su distinta forma de acercar al hombre Azaña para superar el mito intelectual y la leyenda política.