Rodrigo Caamaño, de Triángulo de Amor Bizarro: «A J de Los Planetas le pedimos que cantase en el disco como fans totales»

Javier Becerra
javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

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Con los conciertos paralizados, el grupo de Boiro lanza una revisión coral de su último elepé con artistas como Soléa Morente, Carolina Durante, Sonic Boom o Esplendor Geométrico

14 may 2021 . Actualizado a las 19:47 h.

Discos extraños para tiempos excepcionales. Triángulo de Amor Bizarro editan hoy Detrás del espejo: variaciones y ecos. Se trata de un trabajo en el una pléyade de artistas como Carolina Durante, J (Los Planetas), Biznaga, Esplendor Geométrico, Sonic Boom y Soleá Morente, entre otros, reinterpretan solos o junto al grupo de Boiro los temas de Triángulo de Amor Bizarro (2020), su último trabajo. Lanzado en pleno confinamiento, no gozó de una vida normal. La banda se vio obligada a cancelar más de un centenar de conciertos previstos. «Solo hemos dado tres el año pasado y tres este», lamenta Rodrigo Caamaño, guitarrista y cantante del grupo.

-¿El disco que editan hoy es una reacción a la frustración?

-Claro. Entregamos el anterior y se frenó todo en seco. Llevábamos dos años de trabajo. No podíamos dejarnos arrastrar por la desidia, porque te puedes quedar atrapado ahí. El planteamiento no fue hacer un disco de remixes ni de versiones, sino hablar con diferentes músicos y que hicieran lo que quisieran. Un álbum así solo se hace una vez en la vida. Y este era el momento.

-¿Por qué promueven algo como esto si siempre rehusaron las colaboraciones en sus álbumes?

-Es cierto que nunca fuimos de hacer colaboraciones. Suele ser una maniobra comercial que a veces desvirtúa la propia banda. Al final, los discos acaban siendo un variado de artistas donde hay tanta mezcla que no ubicas quién es el principal. Nosotros no queríamos algo así. Esto es diferente. Nuestro disco ya está hecho. Ahora queríamos que cada artista lo llevase a su terreno, si lo desease. Si borraba todo nuestro rastro, perfecto. Si nos usaba de plantilla, también. Libertad total.

-Hay los dos extremos. Artistas como Miguel Prado o Esplendor Geométrico desdibujan totalmente los temas hasta hacerlos irreconocibles. ¿Qué les pareció?

-Es la vertiente que más me gusta. Eso es noise de verdad. A nosotros a veces nos tilda de noise, pero al final nuestras canciones son muy pop. Eso me da rabia porque hay un género noise genuino. De pronto, ver a las canciones liberadas de la musicalidad y la estructura pop tradicional me parece alucinante. Poder editarlo es algo tremendo.

-Lo de Prado es un reencuentro. Fue parte del grupo al principio.

-Sí, de hecho grabó el primer disco. Después evolucionó hacia el ruidismo experimental. Me gusta que esté ahí. Ese género no está en los festivales y hay una escena gigante a nivel internacional. Esplendor Geométrico, por ejemplo, son precursores del estilo industrial en todo el mundo. Tienen una importancia histórica total. Verlos tratar nuestra música es como cerrar un círculo.

-Frente a eso están casos como del de Carolina Durante de máxima fidelidad. «Vigilantes del espejo» parece un tema suyo.

-Hay muchos extremos. Con Carolina y Carlos Hernández, el productor suyo y nuestro, hablamos de que molaría de grabar a dos bandas a la vez que sonasen como una. Que una suene por un canal y otra por el otro. Esa canción es justo eso: por un lado está la canción original tocada por nosotros y en otro están los Carolina. Nos apetecía mucho.

-¿Fue muy emocionante comprobar que un referente tan claro como J estaba en el disco?

-Claro. En nuestra posadolescencia Los Planetas fue el grupo. Es así. De repente, tener una canción propia y ver a J ahí, mola mucho. Encaja muy bien. Esa canción es la más planetera de nuestra discografía. Precisamente, por ser tan fan de Los Planetas, siempre intenté que no fuese una influencia muy marcada para no copiarlos. Pero en esa canción nos dejamos llevar y se nota. A J lo conocemos desde hace mucho tiempo y siempre dijo que era fan nuestro. Le pedimos que cantase en el disco, sobre el tema original, como fans totales.

-¿El mayor hallazgo es la interpretación que hace Soleá Morente de «Asmr para ti»?

-En esa canción había una idea que no llevamos a cabo y se la planteamos a Soleá. Se trataba de hacerla en un rollo tipo This Mortal Coil: un ambient con voz alucinante y que todo gire sobre ella. Le mandamos las acústicas, que apenas se oyen en nuestra grabación, para que tuviera unas referencias de armonía. Que ella cantase casi sobre la nada. Nos mando la voz y construimos un colchón muy minimal, que al final es lo único que hay

-Cambió la letra: donde ustedes dicen la costa de Galicia ella dice el Sacromonte de Granda.

-Sí, esas cosas son alucinantes. Eso es hacer una canción tuya. Cuando ves en otro artista las cosas, ya no son tuyas, se ubican en otro espacio-tiempo.

-Pese a este experimento, falta el directo. ¿Consideran que el disco está aún incompleto?

-Claro necesitamos tocar, llevar esas canciones al escenario y que empieza a sonar de otra forma. Para dar por finalizada una etapa y volver a empezar. Todos los promotores están esperando a ver qué pasa con las vacunas.