Petros Márkaris: «En Europa no hay un solo partido de izquierda que movilice al pueblo»

CULTURA

Mariluz Ferreiro

Publica una nueva entrega protagonizada por el inspector Kostas Jaritos

07 jun 2021 . Actualizado a las 16:22 h.

Petros Márkaris (Estambul, 1937), uno de los mayores exponentes de la novela negra europea, publica una nueva entrega de la serie protagonizada por el inspector Kostas Jaritos. La aparición del cadáver de un millonario saudí, que estaba dispuesto a invertir una fortuna para construir un complejo hotelero de lujo cerca de Atenas, centra la trama de Ética para inversores (Tusquets). Jaritos se encargará de la investigación. El coprotagonista es Lambros Zisis, un viejo comunista desencantado con la izquierda tradicional que se propone crear un movimiento de pobres e inmigrantes.

—¿Cómo es el Jaritos que nos presenta en esta novela, cuál ha sido su evolución?

—No solo Jaritos ha evolucionado sino también su familia. En esta nueva novela toda la familia es parte de la acción, especialmente Adrianí, la esposa de Jaritos. Adrianí tiene desde su niñez una vasta experiencia de pobreza. Sabe cómo apoyar a los pobres, porque ella también creció en muy malas condiciones de pobreza. La relación entre Jaritos y su amigo izquierdista Zisis también ha cambiado. Jaritos no solo es amigo de Zisis, como en las novelas anteriores, también es su protector.

—La novela comienza con un funeral de la izquierda organizado por Lambros Zitsis, un comunista desencantado. ¿Coincide con Lambros en que la izquierda se ha suicidado?

—La izquierda con la que estuve comprometido era un movimiento de protesta y movilización. En toda Europa los partidos de izquierda movilizaban a los pobres para pedir más derechos y mejores salarios. Mire ahora a su alrededor en Europa. No encontrará un solo partido de izquierda que esté movilizando al pueblo. Todos se transformaron en partidos gubernamentales. Sin embargo, en la UE y en el Consejo Europeo, los partidos del establishment dominan. Están imponiendo las reglas. Esta fue la triste experiencia de Syriza cuando llegó al gobierno durante la crisis. Los movimientos de hoy se autoorganizan. Este es el caso de los chalecos amarillos en Francia y del movimiento de las sardinas en Italia. Esta es la narrativa de Zisis también en la novela.

—¿Se sigue considerando de izquierdas? ¿Qué es ser de izquierdas hoy en día?

-Puedo responder la pregunta con mi experiencia en Grecia. Ser un partido de izquierda en Grecia significa hoy simplemente criticar al partido del establishment en el gobierno y afirmar que el partido de izquierda lo habría hecho todo mejor. Es como formar parte de un coro, porque todos los partidos de la oposición dicen lo mismo. Esta es la razón por la que rompí con la izquierda, aunque todavía tengo un punto de vista y una forma de pensar de izquierda. Desafortunadamente, esta no es solo una especialidad griega; también se aplica a la mayoría de los partidos de izquierda europeos.

—¿Qué balance hace de la aparición de partidos como Syriza en Grecia o Podemos en España?

—Hace algún tiempo un periodista italiano me hizo la siguiente pregunta: ‘Usted conoce bastante bien la historia de la izquierda en Europa, ¿puede explicarme cómo es posible que la izquierda en Italia, que estuvo representada por uno de los partidos de izquierda más influyentes de Europa, el Partido Comunista Italiano, esté ahora representada por el Movimiento Cinco Estrellas de Bepe Grillo? La respuesta es que Syriza, Podemos y el Partido Democrático, en Italia, que es el sucesor del Partido Comunista Italiano, se convirtieron en partidos del establishment. Pueden ubicarse ellos mismos ideológicamente en la izquierda, pero siguen siendo partidos del establishment.

—¿Los grandes inversores tienen ética? ¿En qué consisten sus valores?

—Responderé su pregunta con un comentario del asesino de la novela. Le dice a Jaritos: ‘Lo que se ve hoy en el mundo, inspector, es una obra de teatro puesta en escena por el sistema financiero con los políticos como actores en el escenario'. El problema es que tenemos derecho a votar por los actores pero no por el director de escena.

—La crisis del 2008 tuvo un gran impacto social, devastador en el caso de países como Grecia. ¿Qué efectos cree que puede tener la crisis del covid? ¿Quién pagará la factura de esta nueva crisis?

—La experiencia es muy dolorosa en Grecia. Apenas salimos de la crisis financiera del 2008 y dos años después llegó el ataque del covid-19 y la pandemia. Me temo que, una vez que la pandemia termine, habrá una gran cantidad de personas en busca de trabajo y una cantidad muy limitada de empleos. Cuando estaba con la izquierda, los miembros del proletariado apenas podían escribir sus nombres. Me temo que después del covid-19 tendremos un proletariado de jóvenes con un grado o incluso un máster universitario.

«Me las arreglo para trabajar todo el tiempo, escribir es mi salvación»

Márkaris es famoso por la serie de novelas protagonizadas por Kostas Jaritos: Noticias de la noche, Defensa cerrada, Suicidio perfecto, El accionista mayoritario, Muerte en Estambul y la exitosa «Trilogía de la crisis» -compuesta por Con el agua al cuello, Liquidación final y Pan, educación, libertad-, a las que siguen Hasta aquí hemos llegado, Off-shore, Universidad para asesinos y La hora de los hipócritas. El escritor griego da su particular explicación de cómo surgió el personaje de Jaritos, que se ha convertido en uno de los grandes iconos del género. Lo hace como si se tratara de una persona de carne y hueso, con la que ha entablado una profunda amistad. «Conocí a Kostas Jaritos mientras escribía los guiones de una serie de televisión; fue al comienzo del tercer año de la serie cuando una mañana vi de repente a una familia de tres personas de pie frente a mi escritorio: un hombre, una mujer y un niño. Era una familia griega de clase media baja muy común», recuerda. «Ya había incluido a muchos griegos de clase media baja en la serie, así que reaccioné citando un verso del poema El cuervo de Edgar Allan Poe: ‘Nunca más'». «Pero -añade- el hombre era muy persistente, estaba allí, parado frente a mi escritorio todas las mañanas, mirándome». Y continúa: «Después de un tiempo esto se convirtió en una tortura porque no podía concentrarme en los guiones, hasta que un día me dije a mí mismo: ‘Si este hombre me está torturando así, puede ser policía o dentista». «Decidí que era policía y esta decisión fue el comienzo de una hermosa amistad», asegura. «Ahora me siento muy cerca no solo de Jaritos sino de toda su familia, estoy con ellos no solo cuando escribo una novela, sino prácticamente todos los días», afirma.

Cómo le afecta la pandemia

¿Cómo le ha afectado personalmente y como escritor la pandemia? «Es un momento muy complicado. Es muy difícil leer todos los días el número de contagiados por el covid-19 y sobrevivir en un encierro durante tanto tiempo. Especialmente las noches son insoportables para mí», explica el autor de La muerte de Ulises y Próxima parada, Atenas. «Solía salir casi todas las noches, reunirme con amigos y cenar o tomar una copa de vino con ellos. Hace casi un año que estoy solo, ni mi hija puede visitarme después de las 9 de la noche», añade. «Afortunadamente, me las arreglo para trabajar todo el tiempo. Incluso mantuve mi horario de trabajo diario. Terminé una colección de cuentos y ahora estoy escribiendo una novela. Escribir es mi salvación», sostiene.

«El relato criminal sirve para reflexionar sobre nuestra sociedad»

Márkaris defiende la novela negra como fórmula para radiografiar las sociedades, en la línea de los clásicos del siglo XIX.

—¿Considera que la novela negra es el mejor instrumento literario para analizar y reflexionar sobre nuestras sociedades?

—Sí definitivamente. Especialmente la novela policíaca mediterránea es una novela social y también una novela política. El gran maestro es Manuel Vázquez Montalbán. Por otro lado, esto no es nuevo. Comenzó con las novelas del siglo XIX. Muchas de ellas tienen como punto de partida una historia policial o criminal. Tomemos por ejemplo Los miserables de Víctor Hugo. Comienza con una historia policial. Crimen y castigo y Los hermanos Karamazov de Dostoyevski están basados en historias de crímenes. Lo mismo se aplica a algunas novelas de Balzac y Zola. Todos estos escritores utilizaron las historias policiales o criminales como punto de partida, para hablar sobre la realidad social de sus países. Seguimos el mismo camino ahora. Estamos usando el relato criminal para reflexionar sobre nuestras sociedades.

—¿Cómo escribe sus novelas? ¿Tiene claras la estructura, la trama y la resolución antes de ponerse a escribir o va desarrollándolas según va escribiendo?

—No. Al principio tengo una idea aproximada de una historia en mi mente. Intento construir la historia de capítulo en capítulo. La razón es que no soy el narrador de la historia. Jaritos cuenta la historia en primera persona y en tiempo presente. Cada vez que termino un capítulo me pregunto cuál será su próximo movimiento y al tratar de averiguar su próximo movimiento descubro la historia de la novela.