«Charlatán», el sanador y la política

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

Fotograma del filme de Holland «Charlatán».
Fotograma del filme de Holland «Charlatán».

Pese a un cierto academicismo formal, la cineasta polaca Agnieszka Holland sirve un notable retrato del sanador checo Jan Mikolásek que no olvida las dobleces del régimen totalitario comunista implantado en 1948

21 ago 2021 . Actualizado a las 11:51 h.

De poco vale filmar un biopic que el magma mediático ya nos facilita con un simple clic. Más todavía producirlo para la gran pantalla, muy refractaria al costoso cine de época y a una audiencia que suele agradecerlo con mayúscula indiferencia. La cineasta polaca Agnieszka Holland (1948), con más de cuatro décadas en la brecha y un particular cultivo de las tramas comprometidas con el pasado y el presente de su tiempo, elige acercarse al sanador checo Jan Mikolásek (1889-1973) desde una óptica diferente, que le permite mostrarnos las aristas del personaje recurriendo a flashbacks a modo de mosaico. Junto a sus peculiares circunstancias personales -y sin ocultar su lado oscuro-, expone el contexto histórico que marcó su actividad de recetar remedios curativos con hierbas, después de emitir miles de diagnósticos observando la orina de los pacientes. Se agradece el cuidado del guion por evitar la chirigota, mientras deja caer un poso de dignidad sobre el oficio que él mismo define como «herbolario».

Si es previsible el academicismo formal de Holland, con una cámara sin alardes y control del ritmo, luce mayor altura en cuanto al retrato de Mikolásek, sobre un guion cómplice -del también checo Marek Epstein, y con un pequeño papel como actor- que también muestra las dobleces del régimen totalitario comunista, implantado en el país desde 1948.

Al curandero nada le importaba quien gobernara, fueran los nazis del Tercer Reich o los comunistas del presidente Antonín Zápotocký, paciente suyo. Sin embargo, a la muerte de este en 1957 le sucedió una detención y el posterior juicio que, dos años después, lo llevó a la cárcel y a una incautación de sus numerosos bienes. No cobraba por las consultas, pero vendía sus hierbas. Si la cuestionable ética y moral de la clase dirigente queda retratada en pocos trazos, también el carácter del protagonista muestra rasgos de psicótico, altanero, clasista e incluso inductor al crimen. La relación con su ayudante principal y mejor amigo, es, con mucho, lo mejor de un filme que recupera para la memoria una vida tortuosa, al tiempo que desnuda lo tóxico que era el ambiente del poder.

«SARLATÁN»

República Checa, 2021.

Directora: Agnieszka Holland.

Intérpretes: Ivan Trojan, Juraj Loj, Josef Trojan, Joachim Paul Assböck, Jan Vlasák, Martin Mysicka, Jaroslava Pokorná.

Drama.

118 minutos.