La 66.ª Seminci, una apuesta decidida por el cine español y la producción independiente

M. A. F. VALLADOLID / E. LA VOZ

CULTURA

Fotograma de la película «Libertad», dirigida por Clara Roquet.
Fotograma de la película «Libertad», dirigida por Clara Roquet.

El filme «Libertad», ópera prima de la realizadora catalana Clara Roquet, inaugura el veterano festival vallisoletano

23 oct 2021 . Actualizado a las 10:23 h.

Cuando en la noche del sábado el Teatro Calderón acoja las imágenes de Libertad, ópera prima de la catalana Clara Roquet, la 66.ª Seminci comenzará con furia -tiro de un título de Faulkner- una edición que, lo primero, pretende cargar las pilas emocionales al público de Valladolid, como corresponde a un certamen impreso en el ADN de la ciudad, reafirmándose como una gran fiesta ciudadana a favor del fenómeno cinematográfico. Mientras, el ruido -otra vez la licencia faulkneriana- se materializa en su fuerte apuesta por lo español y su protagonismo transversal durante todo el festival. A mayores, la Seminci se propone erigirse en baluarte del cine de autor, confirmando que la pesadilla covid ya (casi) quedó atrás y reivindicando la fascinación de la pantalla grande por mucho que durante año y medio el tsunami mediático a favor del streaming nos haya vendido la burra de que la alternativa está en quedarse en casa, mudando ahora la lona blanca por otra de cristal líquido.

Once salas a pleno rendimiento para 154 largometrajes y 76 cortos, en más de 300 sesiones hasta el próximo sábado. De ellos, 127 serán estrenos -38 mundiales y 83 en España- que incluyen cinco títulos preseleccionados para el Óscar: The Gravedigger’s Wife (Khadar Ayderus Ahmed, Somalia), Shelter (Seán Breathnach, Irlanda), Compartment n. 6 (Juho Kuosmanen, Finlandia), Hive (Blerta Basholli, Kosovo) y I’m Your Man (Maria Schrader, Alemania), junto con las nuevas producciones de Robert Guédiguian -estreno exclusivo de Mali Twist-, Paul Schrader, Ashgar Farhadi, Deepa Mehta -también presidenta del jurado internacional-, Chloé Zhao o los españoles Carlos Saura -con El rey de todo el mundo, novedad en el marco europeo- y Benito Zambrano con la premier mundial de Pan de limón con semillas de amapola.

Labor titánica para el cronista será intentar resumir la maratón de filmes y de autores, cuyo interés viene avalado en muchos casos por reconocimientos al máximo nivel en los grandes festivales del circuito. Una buena manera de reivindicar el cine en salas, ahora que la exhibición se marca de plazo hasta las próximas Navidades para certificar si el público es recuperable o si dan la batalla por perdida. Por ahí apuntan las Jornadas sobre la Distribución Independiente, que coordinará Fernando Lara en torno a El futuro de la distribución en salas de cine en España, con participación de varios profesionales, incluidos los presidentes de dos asociaciones de distribuidores independientes, Silvia Lobo, de Próxima, y Miguel Morales, de Adicine.

Junto a las Espigas de honor para el director Álex de la Iglesia; los actores Manuel Gutiérrez Caba, Mercedes Sampietro y José Coronado; y el fotógrafo José Luis Alcaine, se dejarán ver un buen puñado de autores, intérpretes y profesionales de todos los ámbitos del cine, más allá de quienes vengan con sus filmes, entre ellos Emma Suárez, madrina de esta edición. La nómina internacional comienza con sendas Espigas de honor para el veterano fotógrafo italiano Vittorio Storaro y el director argentino Juan José Campanella -arropado por su compatriota el cineasta Luis Puenzo y los intérpretes Eduardo Blanco y Óscar Martínez-, además del actor Malcolm McDowell, que participará en la presentación del documental La naranja prohibida, de Pedro González Bermúdez, en el Teatro Carrión, el mismo escenario que acogió la primera proyección en España de la polémica La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971), en abril de 1975, durante la 20.ª edición de la Seminci.