Jon Batiste y Olivia Rodrigo emergen como nuevas figuras en los Grammy 2022
CULTURA
También brilló en la gala Silk Sonic, dúo integrado por Bruno Mars y Anderson Paak, que se alzó con los premios a mejor grabación por su álbum «Leave the door open», la canción del año, la interpretación de R&B y la canción de R&B. La noche no dejó nada para C. Tangana y Pablo Alborán
04 abr 2022 . Actualizado a las 20:47 h.Como en otras ediciones anteriores han consagrado a Dua Lipa, Billie Eilish o Taylor Swift, de los Grammy 2022 ha emergido la figura de Olivia Rodrigo como nueva joven reina del pop, algo que los adolescentes de este país ya sabían, por algo le guardaban un sitio fijo en sus playlists. Tiene solo 19 años, pero viene muy bregada de la escuela Disney, una cantera fenomenal de donde han salido nombres como Miley Cyrus y Demi Lovato. Para la factoría de ficción Rodrigo ya trabajó en las series Bizaardvark (2016) y High School Musical (2019). Por eso a nadie le sorprende demasiado que con su primer álbum, Sour (Geffen Records, 2021), un superventas, se haya hecho ahora con el reconocimiento al mejor disco pop del año. Su primer single, Drivers license, ya dio la campanada: fue número 1 en las grandes listas de reproducción en streaming. A este entorchado mayor de la gala de la madrugada de este lunes sumó dos más: artista revelación y álbum de pop vocal.
El casino de Las Vegas MGM Grand Garden Arena, que acogió la velada musical, en su 64.ª edición, solo dejó que otra nueva figura le disputase los focos a Olivia Rodrigo. Era una victoria casi anunciada, no en vano competía en once candidaturas. Se trata de Jon Batiste, que ganó el premio al álbum del año -el más relevante del certamen- por We are, y otros cuatro más. Fue también parte de la cuota política de la celebración. Porque el disco se erige sobre la lucha contra el racismo y el movimiento reivindicativo afroamericano Black Lives Matter. Obtuvo además el premio de mejor actuación y mejor canción american roots por Cry, al mejor vídeo musical por Freedom -un hermoso tributo a la ciudad y las gentes de Nueva Orleans- y también por su participación como compositor instrumental en la banda sonora de Soul -apartado para medio visual- junto a Trent Reznor y Atticus Ross. A sus 35 años, ya tenía el Óscar por la música original de esta película de animación de la factoría Pixar.
La ceremonia -presentada por el cómico y actor sudafricano Trevor Noah, que repetía por segunda ocasión consecutiva en la función- dejó también espacio para el proyecto Silk Sonic, dúo formado por Bruno Mars y Anderson Paak, que se hizo con otro de los galardones importantes, el de mejor grabación del año por su álbum Leave the door open, que además triunfó en otras tres categorías: mejor canción del año, interpretación de R&B -junto a Pick up your feelings, de Jazmine Sullivan- y canción de R&B (rhythm and blues).
La noche, en cambio, no dejó nada para las opciones españolas que representaban C. Tangana y Pablo Alborán.
Además de otros muchos premios -son casi noventa categorías-, la gala estuvo marcada por el homenaje al recientemente fallecido batería de Foo Fighters, Taylor Hawkins, y la intervención por videoconferencia y grabada del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que habló al auditorio para demandar apoyo para su país, arrasado militarmente por Rusia. Ahí los Grammy estuvieron más empáticos que los Óscar, cuya organización no aceptó incluir a Zelenski en la gran fiesta hollywoodiense.
«La música se abrirá paso de todos modos», subrayó Zelenski, quien pidió a los artistas que le escuchaban que «digan la verdad sobre la guerra en sus redes sociales, en la televisión». «Apoyadnos de cualquier manera que podáis. De la que sea. Pero no con el silencio», demandó. Tras recordar que los músicos ucranianos «visten chalecos antibalas en lugar de esmoquin y cantan a los heridos en los hospitales», dijo que «la guerra no deja elegir quién sobrevive y quién se queda en el silencio eterno». «Chernigov, Járkov, Volnovaja, Mariúpol y otras ciudades ya son leyendas. Pero yo sueño con que vivan. Y libres. Libres como ustedes en el escenario de los Grammy», concluyó Zelenski.
Al término de la alocución, el cantante John Legend interpretó el tema Free, en un escenario al que se sumaron los artistas ucranianos Mika Newton, Lyuba Yakimchuk y Siuzanna Igidan.
Billie Eilish -una de las favoritas- se fue de vacío. Aunque es verdad que dejó uno de los momentos más emocionantes de la velada al interpretar el tema Happier than ever, que cantó luciendo una camiseta en homenaje al recientemente fallecido Taylor Hawkins. Precisamente, Foo Fighters se alzó con los galardones a mejor álbum de rock por Medicine at midnight, canción de rock por Waiting on a war e interpretación de rock por Making a fire.
La estrella del reguetón Bad Bunny obtuvo el gramófono al mejor álbum de música urbana por El último tour del mundo. Otros premiados fueron el artista cubano nacionalizado canadiense Álex Cuba con el mejor disco de pop latino por Mendó -que dejó fuera a Alborán- y el cantante colombiano Juanes con el mejor álbum de rock latino por Origen, que fue el que privó del éxito a C. Tangana con El madrileño.
El maestro de ceremonias, Trevor Noah, se mostró mucho menos punzante que en la anterior edición. Sobrevoló el auditorio lo ocurrido hace unos días en los Óscar con el bofetón de Will Smith al humorista Chris Rock. «Vamos a evitar decir algunos nombres esta noche», bromeó Noah al inicio. Questlove, gramófono al documental musical, dijo al agradecer el galardón: «Que nadie se acerque a mí a menos de 15 metros, mantengan la distancia».