Caca, culo, pedo... Bustos

CULTURA

09 abr 2022 . Actualizado a las 10:03 h.

Como un niño de infantil. Así reaccionó gran parte del país al pecho transparentado de la actriz Justina Bustos, que hizo arder las redes y los titulares por su vestido durante una entrevista en El Hormiguero. La doble moral es universal, y no solo dilapida a Will Smith mientras Chris Rock hace su agosto del desafortunado bofetón sin apercibimiento alguno. También reluce en este doble discurso que por un lado abandera el Free the nipple y por el otro se sonroja al trasluz de un par de tetas. ¿Por qué dan tanto miedo?, se pregunta Rigoberta. ¿Y de qué sirve reprocharle a Instagram su censura al pezón cuando nos escandalizamos al ver unos en televisión?

Quizás el gesto, el de lucirlos en directo, haya servido ya para que muchos se miren al espejo de su falso progresismo. Otros seguirán haciendo el chiste fácil con el apellido de esta argentina de la que poco se sabía en España hasta que osó despixelarse ante la cámara. ¿Maniobra de márketing? Puede que sí. Pero lo cierto es que Justina ya hizo más por la liberación del pezón que muchas campañas.

Que dos tetas sean virales y se cuestione el saber estar de una profesional por sus transparencias es un fiel reflejo de lo que todavía somos: la versión decrépita de esa clase de infantil. Una sociedad mucho más básica y retrógrada de lo que está dispuesta a aceptar.

Caca, culo, pedo... ¿De verdad seguimos ahí?