Las series sobre policías abundan por los catálogos de cadenas y plataformas, pero pocas tienen la intensidad, el ritmo y el realismo de La unidad, una de las mejores producciones impulsadas por Movistar+. La ficción en la que el gallego Dani de la Torre retrata a un equipo de policías que luchan contra el terrorismo no se puede abandonar ni dejar a medias una vez sumergidos en sus primeros minutos, un pulso que no se encuentra con frecuencia entre la abundante oferta de aquí y de allá.
La unidad habría sido un éxito de audiencia como los de antes si se hubiera emitido en la televisión en abierto; en Movistar+ se conforma con ser lo más visto de su restringida oferta de pago. Y obtiene por ello el respaldo para hacer una tercera parte que se centrará en Afganistán en los días previos a la toma de Kabul por los talibanes.
Si la primera temporada era buena, la segunda confirma que su habilidad se mantiene intacta, su energía va a más y deja para el recuerdo escenas y momentos memorables. La historia y los personajes se quedan pegados al espectador, que, a pesar de llevar puestas las gafas de la ficción, consigue creerse con naturalidad la forma de trabajar de personas que desempeñan una ocupación peligrosa y fuera de lo común, pero que no los aparta de la cotidianidad más humana.