«Las últimas de la fila»: Cinco amigas ante el golpe más duro de la vida

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

CULTURA

Daniel Sánchez Arévalo hace una incursión en el universo femenino a través de un grupo de mujeres después de que una de ellas sea diagnosticada de cáncer

23 sep 2022 . Actualizado a las 08:22 h.

Netflix estrena este viernes Las de la última fila, una serie creada y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo que gira en torno a cinco amigas que, después de que a una de ellas le diagnostiquen cáncer, deciden irse de viaje y cumplir aquello que nunca se han atrevido a hacer. Una historia muy humana con la que el realizador de películas como Primos o Gordos ha querido explorar el universo femenino para armar un canto a la vida y la amistad. «Tenía necesidad de hacer una incursión en el universo femenino. Mis películas estaban muy pobladas de personajes masculinos protagonistas», explica el cineasta, que se decidió a desarrollar la serie tras hablar de la idea inicial con su pareja. «Le conté la idea y le cambió la cara. Me dijo: ‘‘Yo quiero ver esa historia’’. Se sintió muy identificada con su grupo de amigas», afirma.

Sánchez Arévalo se embarca en una exploración de la amistad femenina pese a la etiqueta que suelen cargar las producciones protagonizadas por mujeres como series para público femenino. «Si hay alguien que tiene ese tipo de reticencia, no me interesa como espectador. Esa persona que dice: ‘‘No me interesa una historia de chicas’’, pues chao, hasta luego. Yo no soy así como espectador. Lo que quiero es que me emocione, que empatice», afirma.

«Que sean mujeres no es un género. ¿Cuántas cosas estamos viendo todo el rato en las que salen solo hombres? Preocúpate también por mirar nuestro universo, que seguro que te va a sorprender, maravillar y enriquecer», opina Mónica Miranda, que interpreta a Alma en la ficción. «Estamos hablando de cosas que son universales. Estamos hablando de la amistad», agrega Godeliv Van den Brandt, quien encarna a Olga.

«Quería hacer un canto a la vida, una serie luminosa y catártica, a pesar de tener una premisa muy dramática y muy oscura. Como espectador, lo que más busco y admiro es que me emocionen y me hagan reír, las dos cosas que más me pueden gustar. Y si encima me haces reír y llorar en la misma secuencia, me tienes de por vida», añade Arévalo.