El cineasta compite con el documental «Clorindo Testa» en el apartado Albar del FICX
17 nov 2022 . Actualizado a las 19:18 h.El guionista y director argentino Mariano Llinás ha afirmado que buscó alejarse de los «cuentos de hadas» de la historia de su país en la película Clorindo Testa, que compite en el Festival Internacional de Cine de Gijón en el apartado Albar dedicado a cineastas reconocidos internacionalmente.
En un encuentro con el público, Llinás ha reconocido que la historia de Argentina atraviesa toda la película, aunque trate sobre la relación con su padre, el poeta Julio Llinás, y su vinculación con el arquitecto Clorindo Testa, creador de algunos de los edificios más emblemáticos de Buenos Aires.
El director, que ha sido uno de los guionistas de Argentina 1985, sobre los juicios a los militares que cometieron violaciones a los derechos humanos a mediados de la década del setenta, ha dicho que la historia de ese país está plagada de «cuentos de hadas». A este respecto, ha criticado el «cuento de hadas» del relato oficial según el cual Argentina era un país rico, casi una potencia mundial, hasta la llegada del general Juan Domingo Perón al poder a mediados de los años 40 del siglo pasado. «Se ha escuchado mucho y aún se escucha que los males actuales de este país son culpa de Perón, pero Perón murió hace cincuenta años, sería como aceptar una maldición de ultratumba», ha dicho. A su juicio, el «peronismo» también elaboró su propio «cuento de hadas», pero su intención es mantenerse equidistante porque considera que los dos se alejan de la verdad.
Clorindo Testa es un documental encargado por una fundación, que se entrecruza con la historia de su padre, porque se conocían, y le ha permitido elaborar el «duelo» con su progenitor. Llinás ha dicho que el «duelo» está presente en la película en su doble significación de enfrentamiento entre dos personas, el padre poeta y su hijo cineasta, como si de un western se tratara, y la que se vincula al luto por el fallecimiento.
Llinás, cuya anterior obra, La flor, tiene una duración de casi 14 horas, se ha mostrado a favor del «mestizaje» entre los distintos géneros cinematográficos y ha resaltado el valor que «los imprevistos» pueden darle a una película. «El guion puede hacerse antes, durante e incluso después de la película y en el medio puede ocurrir algún imprevisto que cambia todo», ha expuesto. En su caso, el imprevisto fue que durante el rodaje un periodista de un diario de Buenos Aires publicó un artículo que vinculaba a su padre con el peronismo, algo que nunca ocurrió. Llinás ha considerado que ese artículo fue «una bendición de Dios» porque le dio la idea de incorporar a su padre en la historia del arquitecto Testa, informa Efe.