El filme maneja maneras narrativas clásicas e inspiración próxima al Disney más tradicional con su universo de hadas, su maniqueísmo, su ingrediente sentimental y su moraleja final, el previsible canto al universo que crece entre la espesura
02 may 2023 . Actualizado a las 09:43 h.Lo fácil hoy sería respaldar el filme porque, simplemente, procede de la Ucrania bombardeada por Putin. Pongamos que por el mínimo sentido de la solidaridad. Cierto que es un proyecto que se remonta a siete años atrás, como cierto es que la posproducción pilló a parte del equipo angustiado por los misiles rusos, trabajando desde refugios antiaéreos y en remoto desde sus domicilios… Con el suplemento de estrés que representa el temor a no llegar a tiempo y que todo el dinero invertido se vaya al traste por los delirios imperialistas del zar de Moscú y sus indiscriminados lanzamientos de misiles contra objetivos civiles.
Por fortuna, Mavka: guardiana del bosque asoma a las pantallas internacionales —en las locales fue un taquillazo— para certificar el buen momento de la animación europea, capaz de dar la cara sin rubor ante las multinacionales que pagan sus salarios en dólares. Al menos, es homologable en lo tocante a resolución formal, creando imágenes potentes y competitivas. Podrán objetar algunos que otra vez un filme vuelva sobre un guion sobre el bosque y sus circunstancias. Pues, perfecto, pero también deben saber que nunca sobra regresar a los muchos valores que ese marco natural representa. En este caso, la película parte de la base del poema La canción del bosque (1911), de la autora ucraniana Lesya Ukrainka (1871-1913), un referente de su literatura.
Producido por la compañía nacional Animagrad —que en el año 2018 se dio a conocer con la voluntariosa La princesa encantada, del aquí codirector Oleh Malamuzh junto a la debutante Aleksandra Ruban—, sus maneras narrativas son clásicas y su inspiración parece próxima al Disney más tradicional con su universo de hadas, su maniqueísmo, su ingrediente sentimental y su moraleja final, el previsible canto al universo que crece entre la espesura, con un añadido feliz ajeno al original de Ukrainka.
Si el ser humano es presentado como depredador y destructor, Mavka deberá superar muchas barreras y prejuicios para materializar su amor por el joven aldeano aspirante a cantante. En medio, la malvada de turno, un amplio catálogo de personajes secundarios bien resueltos, agradecidos toques exóticos, algún tema musical y el inevitable colorín colorado. Sí que vale la pena.
«MAVKA. THE FOREST SONG»
Ucrania, EE. UU., 2023.
Dirección: Aleksandra Ruban y Oleh Malamuzh.
Guion: Yaroslav Voytseshek y Jeffrey Hylton.
Música: Maksym Berezhnyak, DakhaBrakha y Dario Vero.
Animación.
90 minutos.