La «Barbenheimer» que convulsiona al cine de Hollywood

miguel anxo fernández

CULTURA

«Misión imposible Sentencia mortal parte 1» e «Indiana Jones y el dial del destino» eran aspirantes a «blockbuster», pero ya no lo serán al haber entrado en pérdidas

30 jul 2023 . Actualizado a las 10:35 h.

Originalidad, promoción y costes ajustados. Las tres claves que están removiendo Hollywood. Semanas antes del verano, la industria ya estaba de los nervios. La pandemia dejó muy tocada a la exhibición en salas con cifras en niveles bajos —pese a algunos taquillazos liderados por Avatar, el sentido del agua, con 2.320 millones en taquilla—, el consumo vía demanda se mantiene y cobraba fuerza una inminente huelga de actores. Tirando de hemeroteca, en el 2013, cuando Hollywood padecía réplicas de un fuerte terremoto —un año antes Disney había comprado Lucasfilm y el streaming asomaba ya sus multimillonarias garras—, Spielberg predijo que los presupuestos en torno a 250 millones de dólares, las pasarían canutas para amortizarse.

A mitad del actual verano, las piezas comienzan a recolocarse. El tsunami Barbie, arropado con una hábil campaña —en particular vía TikTok— de Warner con su asociada interesada, la empresa juguetera Mattel, lograron convertirla en un acontecimiento que está llevando a las salas a legiones de espectadores en todo el mundo. La elección de la actriz Greta Gerwig como directora —autora de Lady Bird (2017) y Mujercitas (2019)— con un guion de tono feminista e igualitario, coescrito junto al director Noah Baumbach, ayudó a conectarla con una audiencia, sobre todo juvenil, que agradece su discurso rompedor con el color rosa como base formal y promocional además de su simbolismo. A fecha de ayer, el filme con Margot Robbie y Ryan Gosling, está en 495 millones de dólares en apenas una semana.

Universal se apresuraba a hacer coincidir su Oppenheimer, el biopic de Christopher Nolan sobre el científico Julius Robert Oppenheimer en la piel de Cillian Murphy, con tres horas de duración. Intuían el taquillazo de Barbie, pero confiaban en atraer al target más adulto, a sabiendas de que incluso compartirían público. Entre tanto, Tom Cruise —autor del milagro de los casi 1.500 millones el verano pasado con Top Gun: Maverick y firme defensor del consumo en salas—, manifestó su disgusto por no haberse retrasado la película de Nolan, al menos una semana necesaria para su Misión imposible Sentencia mortal parte 1, estrenada solo siete días antes, con grave riesgo de taquilla, como así resultó. A día de ayer, recogió 378 millones. Dos semanas antes, entraba Indiana Jones y el dial del destino, con 339 millones.

Dos títulos aspirantes a blockbuster pero que ya no serán al estar su inversión en 290 y 249 millones, respectivamente, con lo cual entran en pérdidas, cumpliéndose la premonición spilbergiana de una década antes. No así Barbie y Oppenheimer, cuya producción está en 100 millones de media y ya recogen beneficios. Es aquí en donde entra en juego el primero de los factores anotados: la originalidad de las tramas. No es aventurado predecir que las secuelas seriadas del tipo superhéroes, parecen de futuro incierto a no ser que recorten a lo bestia. Veremos que pasa en noviembre con Dune. Part Two y a la espera de las kilométricas Los asesinos de la luna, de Scorsese, y Napoleón de Ridley Scott también por esas fechas y ambas superando los 200 millones de coste.