¿Qué hay detrás del éxito del gallego Íñigo Quintero? Así es la maquinaria que catapultó «Si no estás» al número uno

María Viñas Sanmartín
maría viñas REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El joven se ha convertido en el primer español en conseguir ser número uno global en solitario. TikTok, «influencers» y listas de Spotify han sido las claves para hacer de su canción «Si no estás» la más escuchada del mundo

27 oct 2023 . Actualizado a las 16:30 h.

No concede entrevistas, apenas hay cuatro fotos suyas circulando por internet —siempre en vaqueros y sudadera— y solamente se ha subido una vez a un gran escenario, el pasado sábado en el concierto Por Ellas de Cadena 100 —volverá a hacerlo este viernes por la noche en Barcelona, en el Únicxs de Cadena Dial—. Hasta antes de ayer, Íñigo Quintero (A Coruña, 2000) componía y grababa en su casa, sin autotune ni arreglos. En las antípodas de las tendencias dominantes en el panorama musical actual —ni rastro de reguetón en sus temas—, una de sus baladas a piano, Si no estás, se convirtió contra todo pronóstico el pasado martes en la más escuchada del mundo en Spotify.

Nunca antes un artista español había logrado en solitario tal gesta. ¿Cómo lo hizo? ¿De qué manera un desconocido de 22 años, sin haber editado ni un solo disco en su vida, pasó en un mes de 30.000 oyentes mensuales a los más de 20 millones que hoy ostenta? En las redes sociales, en las influencers y en las listas de Spotify está la clave. «Y, sobre todo, en su capacidad de conectar con el que le escucha», añade su representante Esteve Lombarte.

Lombarte es el hombre detrás de Acqustic, el sello que puso a Quintero en el mapa. El mérito de hacerle ascender hasta lo más alto está sin embargo en quienes se emocionaron con la canción, se la guardaron en sus bibliotecas virtuales y la compartieron con su red de amigos, porque así funcionan las cosas hoy en día en la industria: los fenómenos, como una bola de nieve, crecen y crecen a base de likes y movimiento. En el momento en el que paran, caen. «Javier Echávarri y Javier Ojanguren, de la banda Besmaya, fueron los primeros en hablarnos de Íñigo —cuenta Lombarte—. Nos dijeron que tenía un talento único, que teníamos que escucharlo. Y cuando lo hicimos, nos entusiasmó».

Acqustic y Quintero firmaron en el mes de marzo. El primer paso fue la «puesta a disposición» de Si no estás, explica Lombarte, que no es otra cosa que subirla a plataformas como Spotify o Apple Music, meterla en TikTok «para que sus usuarios puedan usarla en sus vídeos, incluyendo también una versión acelerada», y habilitarla en Shazam, una aplicación móvil que en cuestión de segundos es capaz de identificar cualquier música que suene, siempre y cuando la tenga fichada. «Así, si por ejemplo alguien la escucha en una fiesta y le gusta, puede shazamearla para saber qué canción es y guardársela».

El empujón de María Pombo

Cualquiera puede subir hoy un vídeo a YouTube, pero ¿cómo se coloca un tema en Spotify? «A través de distribuidores autorizados», resuelve Lombarte, y menciona a Believe, compañía experta en el desarrollo de estrategias de márketing digital que funciona de intermediaria entre el sello y las plataformas. Ya disponible, empieza el baile. «Al principio se va moviendo de una forma muy orgánica —prosigue el manager—. Gente no conocida comienza a usarla en carruseles de fotos con sus parejas en TikTok, y esos vídeos empiezan a viralizarse, porque desde la red social detectan que funcionan muy bien. Las publicaciones llegan hasta distintos influencers a través de los trends [una pestaña de tendencias que muestra los hashtags, las canciones, los creadores y los clips más populares por región y sector] y estos los promocionan».

En este caso fue María Pombo, con 540.000 seguidores en TikTok y más de tres millones en Instagram, quien activó el prodigio. Durante un viaje en yate por la despedida de soltera de su hermana en Marbella, se grabó una Story en la que se las veía escuchando y cantando Si no estás. Y, poco después, publicó otra Story más, esta vez compartiendo solamente el tema de Íñigo Quintero con sus seguidores. El interés por el músico se disparó de golpe. «No teníamos ningún acuerdo de pago con ella, como tampoco lo teníamos con ningún otro influencer —quiere aclarar Lombarte—. Descubrió por su cuenta la canción, le gustó y la compartió. Hay que entender es que igual que empezó a circular entre gente no conocida, llegó a usuarios populares que se hicieron eco de ella y esto la amplificó».

Curadores musicales

El golpe maestro pasó por hacer escalar Si no estás en Spotify a través de las listas de reproducción. «Lo hacemos facilitándole las canciones a medios de comunicación especializados y a curadores musicales, empleados de la plataforma a la que se les presentan temas para que, si así lo deciden, los metan en sus listas ‘editoriales'», expone Lombarte, que explica que del mismo modo que para tocar en un gran festival antes hay que pasar por salas pequeñas, para entrar en playlists masivas —las algorítmicas, las plazas más codiciadas por los artistas— hay que estar antes en las otras.

Cuanto más guste una canción y más se guarde en bibliotecas y listas particulares, más se moverá y más aumentarán sus escuchas. «El caso de Íñigo ha sido insólito —asegura—. Si no estás ha sido muchísimo más guardada que cualquier otra». Funciona. Ahí el éxito.