El último capítulo culmina con la vuelta de Carlos y Karina a Sagrillas
30 nov 2023 . Actualizado a las 11:42 h.Cuéntame cómo pasó tenía guardada la traca final para su último capítulo. La temporada que cierra la serie supo a poco, pero RTVE decidió que era el tiempo de acabar con su longeva y exitosa serie. Así que el equipo de Cuéntame cómo pasó se vio en la difícil tarea de darle un final a la mítica ficción de La 1, además, en solo siete capítulos.
En los anteriores se despidieron Mercedes, Inés, Toni, María, Antonio y Herminia, y el último estaba dedicado a Carlos. Pero es la abuela la que ha ido vertebrando este adiós, cuya guinda para un pastel de 413 episodios a lo largo de 22 años, se puso la pasada noche. Si la temporada comenzaba con el entierro de Herminia, el último capítulo vuelve a su muerte. De las tres cosas que le hace prometer a Carlos bajo la encina que plantó su padre que cumplirá cuando muera. Porque la abuela sabe que su final está cerca.
De fondo, el 11S, con Carlos y Karina volando hacia España en ese mismo momento. El horror y las primeras horas de angustia y desconocimiento, se entremezclan con la frenética jornada en un periódico. Al fin llega el heredero a Sagrillas. Eso sí, lleno de inseguridades y una cierta vergüenza por no haber logrado el éxito que pensaba como escritor.
Pero allí está su abuela, para, en cuatro pinceladas, explicarle lo importante de la vida. Sorprenden las tres peticiones de Herminia, pero no tanto: no ir vestidos de negro en su funeral, que no haya coronas y que bailen un pasodoble tras el entierro. En él deposita además un encargo mucho más especial, como es lograr que la familia vuelva a estar unida, algo que ella ha visto que no ocurría en los últimos años, sobre todo tras el reparto en vida de la herencia de los Alcántara.
Las rencillas entre Inés y Toni parecen casi insalvables, y junto con María, cargan contra Carlos, que se encuentra el ambiente más hostil del mundo en su vuelta a España. La tensión explota y los cuatro discuten a grito pelado en el patio de la casa del pueblo, con el cuerpo de su abuela allí presente, apenas unos minutos antes de que comience el entierro.
Sobrecoge de manera magistral cómo Cuéntame narra la muerte de Herminia, sin palabras, en silencio. El espectador, que desde el primer capítulo de la presente temporada, vivió con el corazón en un puño por cuando sería el final de la abuela de España (especialmente en el sexto episodio), sabe que va a morir antes que la propia familia. Allí, bajo la encina. Luego llega esa escena redonda, en la que sin palabras, Antonio va comunicando a tres de sus hijos que la abuela ha muerto.
La discusión previa al funeral, desmiembra más aún a la familia. Y Carlos decide intentar cumplir el legado de su abuela. Lo hace en parte, hasta que Inés descubre que lee una carta ficticia de Herminia. Pero durante la reunión se produce una catarsis, como ocurre en otras tantas familias, en la que terminan por hacer las paces.
Lo hacen al ritmo de la canción Yo quiero bailar, una de los temas del verano del 2001, durante las fiestas patronales del pueblo. La familia cumple así otro de los deseos de Herminia (ya habían sido criticados en el pueblo por no llevar luto).
Y entre estrofa y estrofa, van limando asperezas y reconciliándose. En ese momento Carlos anuncia que va a ser padre con Karina, algo que también pronosticó Herminia antes de morir.
La trama vuelve por unos instantes a San Genaro para el reencuentro de Carlos con sus amigos Luis y Josete. Mientras recuerdan viejas anécdotas de su infancia, pasan ante un televisor donde, ese día, el 13 de septiembre del 2001 comienza una serie «que cambió nuestras vidas: Cuéntame cómo pasó».
No es fácil cerrar una serie tan larga, porque el espectador termina sintiéndola un poco suya. Atrás quedan otros finales para olvidar, como el de Lost o el de Los Serrano, y siempre parece imposible igualar el perfecto de A dos metros bajo tierra, pero lo cierto es que Cuéntame cómo pasó, a pesar de la premura, ha conseguido un final muy digno y emotivo para la serie y más después de aquel salto temporal al 2020, donde moría Antonio Alcántara. Con casi todo en contra, es un final perfecto, a la altura de una serie como Cuéntame.