Goya 2024: En el sofá de Almodóvar caben el «Se acabó», Gaza, Los Chichos y la dobladora de Sigourney Weaver

l. r. s. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

ANA BELTRAN | REUTERS

Las reivindicaciones llegaron a la alfombra rosa, a la gala y hasta a la calle, donde protestaron agricultores

11 feb 2024 . Actualizado a las 10:15 h.

«Aquí, en el cine, también se acabó». Si la gala de los Premios Feroz evitó el ojo del huracán de las acusaciones de abusos sexuales contra el director Carlos Vermut, la de los Goya se tiró de cabeza desde el principio con la voz de Ana Belén. La frase llegó en la apertura de la ceremonia, cuando los Javis todavía se desperezaban tras quitarse el pijama de Palomo Spain para lucir sus tops. La Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales había repartido abanicos con el #Seacabó en la alfombra rosa, un complemento con el que posaron Cecilia Roth, Marisa Paredes e Isabel Coixet. Otros invitados lucieron pegatinas en solidaridad con Gaza. Alba Flores llevó la causa al escenario al presentar el primer premio de la noche con un «buenas noches y paz para Palestina, por favor».

Fuera, en la calle, otra reivindicación diferente. La de los agricultores, concentrados en las inmediaciones de la Feria de Valladolid. Alberto Amman se acordó de ellos a su llegada, porque, en sus palabras, «si no hay agricultores, aquí no come ni Dios». También José Coronado hizo referencia a las demandas del sector del campo, «muy dejado de la mano de Dios».

Protestas distintas, pero no excluyentes en una noche con muchas apuestas al rojo y al negro. De rojo vistieron Rigoberta Bandini, la gallega Janet Novás, Inma Cuesta, Belén Rueda (muy edad dorada de Hollywood) y Malena Alterio con un Lorenzo Caprile tan sencillo como acertado. De negro, Alba Flores, Cecilia Roth y Leonor Watling. Se desmarcó Penélope Cruz, con un espectacular vestido estampado de Chanel. Fue la reina del glamur junto a Sigourney Weaver, vestida de verde por Thom Browne. Loles León y Leonor Watling saludaron a la estrella estadounidense desde el escenario al presentar premios como si fueran unas groupies más. «He visto todo lo tuyo», gritó León antes de presentar uno de los Goyas, como si hubiera regresado a un episodio de Aquí no hay quien viva. Bayona presentó a la actriz como «la reina Sigourney Weaver». Y entonces llegó la ovación de la noche. «Me hacéis sentir como una verdadera reina, pero soy una reina que lleva gafas, así que perdonad», dijo. 

Antes, los tres presentadores habían lamentado los Goya perdidos, las candidaturas que no llegaron a premio. Pero hicieron del mal de muchos su consuelo y sumaron a otros asistentes sin cabezudo a una gran foto de familia, la de los nominados que no tuvieron suerte y que todavía busca el galardón más importante del cine español. Los Javis también aprovecharon para sentarse y hacer terapia en el sofá rosa de una de las escenas más famosas de Todo sobre mi madre, que cumple 24 años, y reunieron a Almodóvar y las actrices del largometraje: Penélope Cruz, Cecilia Roth, María Paredes y Antonia San Juan.

Los Javis admitían que estaban viviendo su gran noche soñada, como anticiparon Amaia y Bisbal versionando a Raphael. Y en ella brillaron Ana Belén con su homenaje a Concha Velasco y un elegantísimo Salvador Sobral, al que no ayudaba la hora, porque cantó a la una de la mañana, pero que junto a Silvia Pérez Cruz con su Procuro olvidarte, del maestro Manuel Alejandro (otra vez), despidió a los que se marcharon en el 2023. 

Y es que el universo Goya es amplio y bizarro. Aquí caben tanto Sigourney Weaver como Estopa con su Quiero ser libre, de Los Chichos. Los hermanos Muñoz actuaron vestidos como si estuvieran de reenganche. Libres, libres. Ellos y ella.