Pablo Rodríguez, escritor: «A mí la poesía me cambia la vida y la dota de significado»

Álvaro Boro REDACCIÓN

CULTURA

Pablo Rodríguez Calzado
Pablo Rodríguez Calzado

«Lo clásico cada vez me parece más vanguardista»

25 feb 2024 . Actualizado a las 12:15 h.

Pablo Rodríguez Calzado (Piedras Blancas, 1990) presentó este martes 20 de febrero en la librería Cervantes La octava imagen (Ed. Camelot), su último libro de poesía. Bajo la octava real se encuentran recogidas todas sus composiciones, creaciones que recogen imágenes de momentos precisos obtenidos de sus vivencias.

— ¿Para qué sirve un poeta?

— No sé, quizá para nada y, a la vez, para mucho. A mí la poesía me cambia la vida y la dota de significado, me da un punto de vista diferente lleno de belleza.

— Este es su tercer libro de poemas. ¿Cree que ha entrado en la madurez creativa?

— Con este libro quemo una etapa, con estas octavas he alcanzado el nivel técnico y lingüístico al que aspiraba cuando publiqué por primera vez. Pero no la madurez creativa,  aún me queda mucho por decir.

— Siempre emplea formas clásicas, en este caso la octava real. ¿Alguna vez te sentiste atrapado por la estructura?

— Condicionado más que atrapado. Siempre me interesó mucho la forma, la manera de crear y el ritmo. Quiero llegar al origen para dominarlo y conocerlo, y de ahí romper la forma y crear.

— ¿Ha pensado en componer usando el verso libre?

— Sí, es una idea que me ronda desde hace un tiempo. Quiero hacerlo sin recurrir a esta especie de pseudo prosa, esas frases sueltas banales, que tanto se están dando ahora. Creo que la contemporaneidad y futilidad de la poesía de Instagram es contraria a la universalidad.

— ¿Cuál es su método de trabajo?

Leer mucho, volver siempre a los clásicos y escribir, escribir y escribir. También tengo la vista puesta en lo que se hace ahora, pero siempre con una criba de calidad.

— Hábleme de sus influencias.

— Lo clásico cada vez me parece más vanguardista, siempre está ahí. Por encima de todo, la Generación del 27: Lorca, Cernuda, Miguel Hernández. A Góngora siempre vuelvo. Pero también están los cantautores o Kase. O.

— Vemos que le dedica poemas a Lorca, Miguel Hernández, Aute, Camarón o Kase. O.

— Son referentes. Son creadores de épocas distintas en los que siempre está presente la intención de elevar a categoría artística, a la máxima expresión, la palabra.

— Y a las uñas de Rosalía.

— Me apetecía. Dentro de este fenómeno más actual, todo lo perteneciente a esta rama reciente de la cultura urbana, Rosalía me parece la artista más potente, la mejor.

— Es un libro donde Madrid vuelve a estar muy presente, al igual que en su primer libro. Por ejemplo crítica la gentrificación de Malasaña y a Ayuso.

Madrid es una de las fuentes de conocimiento de las personas más grandes que existe. Veo a Madrid como un monte lleno de flores que están ahí para ser descubiertas. En todos mis libros siempre está presente cierta crítica social, y en este caso ha sido por la gentrificación y ciertas decisiones de Ayuso.

— Trata una temática muy variada, centrada mucho en sus vivencias.

— La temática es la experiencia y lo que tienen en común estos poemas es la estructura. Metáfora, imagen y octavas; eso es todo.

— Pero sin olvidar a Asturias, como en su poema Cañuela/Castaña donde escribe: «Tambores son de otoño los planetas/que vibran en Asturias, suelo y luna».

— Asturias siempre está en todo yo y en todo lo que hago.

— Titula varias de sus composiciones (Citalopram, Cambio del Motivan al genérico, Medio Orfidal y Paroxetina) en relación a medicamentos antidepresivos. ¿Cómo han influido en su poesía?

— De forma directa, porque soy muy fan de ellos y tengo muy buena relación. No sé si estaré haciéndole la campaña a la industria farmacéutica, pero las benzodiazepinas y los antidepresivos son un gran invento, a mí me han ayudado toda mi vida.

— ¿Es Madrid la segunda capital de Asturias?

— Madrid está plagada de asturianos, hay una conexión muy fuerte. Madrid es un pueblo con coches y luces de neón, pero no deja de ser un pueblo en donde uno siempre es acogido y bien recibido. Lo mejor de los dos sitios es su gente.

— ¿Qué echa de menos de casa?

— Todo. El contacto directo con la naturaleza y esa relación con lo rural y lo auténtico hace que me sienta orgulloso.

— ¿Se siente parte de algún grupo o corriente poética?

— No me siento parte de ninguno. No estoy con la ortodoxia pura que confiere todo a la forma y desprecia lo nuevo ni con estos nuevos aires de frases inconexas y saltos de línea sin razón. Si tuviera que decir de qué me siento parte, sería de mi trabajo y de mis versos.

— ¿Escribe por impulso vital o por oficio?

— Por impulso vital, porque escribir poesía es lo que le da sentido a mi vida; por eso, a veces, ese grado de frustración y esas ganas mucho más de reconocimiento que de fama. Y por oficio, porque me obligo a ello, a la capacidad de sentarme y trabajar.