Douglas Massey representa para la sociología un puente entre las ciencias sociales y desafíos morales como la migración, la segregación, el racismo o la desigualdad
24 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Douglas S. Massey se ha convertido en uno de los sociólogos contemporáneos más influyentes gracias a sus aportaciones empíricas y teóricas en áreas tan sensibles como la inmigración, la segregación residencial, la estratificación social y el racismo estructural.
Nacido en Olympia, Washington, en 1952, se doctoró en Princeton con una tesis sobre la segregación residencial de los hispanoamericanos en zonas urbanas de Estados Unidos. Desde entonces, ha desarrollado una carrera académica en la que ha combinado rigor cuantitativo, sensibilidad hacia los grupos vulnerables y capacidad de influir en debates públicos.
Massey trabaja profesor en Princeton y tiene una filiación como profesor adjunto en la Universidad de Pensilvania. Sus intereses principales abarcan la inmigración internacional, la segregación residencial, la discriminación, la pobreza urbana, la educación, la estratificación social y también los vínculos entre América Latina —especialmente México— y los flujos migratorios hacia EE. UU., pero en la siguiente entrevista hablará también de ese fenómeno en otras partes del mundo.
Una de sus obras más conocidas es American Apartheid: Segregation and the Making of the Underclass (1993), coescrita con Nancy Denton, en la que demuestra cómo la segregación residencial racial —no sólo como resultado, sino como mecanismo activo— configura y reproduce la desigualdad estructural en las ciudades estadounidenses, contribuyendo a la creación de lo que se denomina la «clase baja negra».
Otra obra destacada es Categorically Unequal: The American Stratification System (2007), en la que expone cómo las desigualdades en Estados Unidos operan a través de categorías sociales determinadas (raza, género, clase) y cómo esas categorías estructuran las oportunidades de vida, no como meros aditamentos sociales, sino como marcos que condicionan la estructura del estrato social.
También ha publicado trabajos clave sobre inmigración mexicana, como Beyond Smoke and Mirrors: Mexican Immigration in an Age of Economic Integration, y sobre identidad inmigrante en tiempos de hostilidad política con Brokered Boundaries: Constructing Immigrant Identity in Anti-Immigrant Times.
Massey se muestra muy crítico con Trump, quizá porque la discriminación y persecución de migrante le toca muy de cerca. En 1991, él y su esposa Susan adoptaron una niña paraguaya, Vanessa, y uno de los momentos más difíciles fue cuando él tuvo que permanecer solo en Paraguay durante semanas mientras se resolvían los trámites, cuidando de la niña en un hotel hasta que la adopción fue legalmente reconocida.
Es un académico que no se contenta con investigar, sino que aspira a influir en la política pública
Esa experiencia lo marcó, además de mostrar una dimensión humana de su vida que contrasta con la rigurosidad estadística de sus investigaciones. También se le ha reconocido como orador público, escribe artículos de opinión, testifica ante el Congreso de Estados Unidos, participa en debates sociales, lo que lo coloca entre los académicos que no se contentan con investigar, sino que aspiran a influir en la política pública.
La importancia de Massey en la sociología reside en haber establecido con datos sólidos mecanismos de cómo la desigualdad se reproduce no solo por la economía o el mercado, sino por categorías sociales —raza, etnia, estatus migratorio— y por estructuras espaciales, como los vecindarios segregados.
El Premio Princesa de Asturias le reconoce su enfoque multidisciplinar, su capacidad de combinar rigor metodológico con relevancia pública, su tratamiento de fenómenos tan urgentes como la migración internacional y la estratificación social, y su influencia en la política pública y en el discurso social. Según el acta del jurado, el trabajo de Massey «ha sido fundamental en entender las dinámicas de la migración, la segregación urbana y la estratificación social».
Douglas Massey representa para la sociología un puente entre las ciencias sociales cuantitativas rigurosas y los desafíos morales de nuestra época: la migración, la segregación, el racismo, la desigualdad. Sus estudios han cambiado cómo entendemos que la segregación no es sólo un síntoma, sino un motor de desigualdad; que las fronteras físicas, legales, raciales o sociales no solo separan, sino también producen efectos materiales duraderos.