Otra gloria del boxeo cayó del cielo

s. serantes / x. F. ramallal VIVEIRO / LA VOZ

DEPORTES

Pepa LosadaJaime F.Ramallal

Ascendió a la fama con sus golpes como balas y volvió al suelo tras gastar fortunas en «golferismo»

18 may 2016 . Actualizado a las 16:53 h.

Un José Luis en el cielo del boxeador Dum Dum y otro en el suelo del hombre Pacheco. Con golpes que parecían balas noqueaba a sus rivales con tal contundencia que un periodista lo bautizó como Dum Dum; a sus 68 años habla de sí mismo como Pacheco. Campeón de España de pesos welter, superwelter y medio, número uno de Europa y diez del ránking mundial, ascendió a la gloria entre 1970 y 1982, y se retiró en 1987. «Ahora ya ves, vivo en albergues y en cajeros». De una pandilla de barrio madrileño a estrella con «mucho dinero», para volver al origen subsistiendo con 482 euros de una pensión no contributiva. Genio y figura, expresa orgullo y dignidad desde Viveiro, donde lo acoge Cáritas mientras se recupera de una lesión en una pierna que se hizo cuando llegó de Gijón, en un peregrinar de sitio en sitio que, como estos testimonios, discurre entre el antes y el después de las cervezas.

«Empecé a ganar dinero a los veinte años, manejé mucho y acabé así porque me lo gasté todo en mujeres, alcohol, golferismo. No pensaba que iba a venir esto. No soy Pujol ni Bárcenas, lo gané, lo derroché y ahora no lo voy a pedir». Mientras Pacheco escucha un resumen de lo que cuentan en la Red sobre Dum Dum llama la atención porque, «mira, se me caen las lágrimas, pero haría lo mismo, sería lo mismo, no querría ni experiencia ni nada, y mira que ahora sé... Veo a un perro, y cuanto más conozco a las personas, más quiero a los perros». 

«Si te tengo que dar un tortazo te lo daré, pero no quiero rollos, no me meto con nadie, nadie se mete conmigo, respeto y me respetarán». Por si quedan dudas, Pacheco repite: «No me gusta que me ofendan; si me pides hacerte una foto conmigo, hazla, pero no me vaciles dándome un euro, no te lo he pedido y con él no puedo tomarme ni un cortado, porque cuesta 1,20».

A los chavales que despuntan en el boxeo les sugiere «que se cuiden, que no beban y que no fumen, y que ahorren, porque llega la vejez y cómo no sepas guardar....». Subraya sus «principios, porque puedo ir a donde me dé la gana, pero no pegarte el sablazo; yo no te he dicho que no tenía ni para un barra de pan». Y quien fue el famoso Dum Dum explica por qué Pacheco va de albergue en albergue: «Con 482 euros de paga, ¿dónde pides un piso?».

Después de dejar el boxeo trabajó como escolta y en una constructora, pero «yo he estado en el boxeo, no he pagado autónomos no he cotizado ni un año», lamenta José Luis Pacheco.

«A mí nunca me noquearon, la vida da más golpes»

Un accidente de tráfico que casi le cuesta la vida le apartó del boxeo en 1982, pero Dum Dum se retiró en 1987. En su palmarés, 74 victorias -51 por k. o.- y 22 derrotas, «pero ninguna por k. o., a Pacheco nunca lo noquearon», aclara orgulloso. No en los cuadriláteros, pero la vida «te da más golpes que el boxeo, también te da placer, pero el golferismo...». 

Con tres hijos de su primera mujer y de otra relación, y con dos hermanos, «desde que murió mi madre no tengo nada, a quien más quiero es a una sobrina».

Con la fama que alcanzó en los cuadriláteros y el sobrenombre con el que lo bautizó el periodista Julio César Iglesias, Dum Dum fue una estrella en los últimos años de la dictadura y en los primeros de la democracia.

Con 16 años entró en la cárcel, salió a los 19 y se alistó en la Legión. Y en 1969 empezó a boxear. Con sus victorias y su fama llegó a firmar un libro autobiográfico, Mear sangre (1976). Al año siguiente empezó a actuar como actor de reparto y secundario en películas con Manuel Summers, Pajares, Esteso... De su época en el cielo, dice conservar relaciones, «las mejores con Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina y Miguel Ríos».