Nadal completa el puzle hacia París

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO LOIS REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

JACKY NAEGELEN | Reuters

Roland Garros comienza este domingo con el español desatado en busca de su mejor nivel

22 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No es el principal favorito, no lució esta primavera la tiranía de otros años, no sorprende como cuando irrumpió en la élite con sus efectos, su pelea y su equilibrio mental, no manda en las apuestas, no genera el temor de antaño. Pero Rafael Nadal Parera vuelve a Roland Garros, que empieza este domingo (Eurosport, 11.00), después de haber reconstruido, una a una, las piezas del puzle de su tenis singularísimo. Casi al nivel óptimo para salir dentro de quince días con la Copa de Mosqueteros bajo el brazo. Sepultó a la ansiedad de la falta de resultados, afinó su derecha, recuperó la viveza de pies y la sonrisa tapó la mueca de disgusto de su cara. Así pasea estos días por el Bois de Boulogne el mayor gigante jamás visto sobre una pista de tierra batida. El mito de los nueve títulos de Roland Garros. También arrastra una larga lista de decepciones recientes ante Novak Djokovic, sí, pero en Roma le discutió el triunfo mirándole de nuevo a los ojos, y solo la perfección alcanzada por su rival en instantes clave de la batalla le apartaron de la última frontera pendiente en su recuperación. Además, Andy Murray le desafía ahora en su reducto de la arcilla, sí, pero si se analiza con un poco de perspectiva, no tiene, ni a años luz, la credibilidad del mallorquín ni en los grand slams ni en polvo de ladrillo. 

Nadal no es favorito, eso es cierto. Pero a punto de cumplir los 30 años, y en busca del terreno perdido en la cumbre del tenis, ni le preocupa y hasta le ayuda. Quizá no luce ese cartel por primera vez en su carrera desde que ganó su primer título de Roland Garros en el 2005. Ni la derrota del 2009 frente a Soderling ni la racha de imbatibilidad de Djokovic en el 2011 ni las dudas que el propio Nadal arrastraba la pasada temporada le negaron ese estatus. Ahora sí. El cartel es del actual número uno del tenis mundial. El serbio le tomó la medida y rinde sobre tierra como antes hacía en cemento. Pero todavía con 28 años, ya juega en cierto modo contra el tiempo en París, en busca del único grande que le falta.

Nadal y Djokovic, por la foto actual del ránking y los caprichos del sorteo, caminan por caminos del cuadro que en teoría los cruzaría en semifinales. 

Un cuadro exigente

El español, que ganó este año en Montecarlo como principal credencial en su puesta a punto hacia París, avanzará sobre campo minado. Con exámenes exigentes desde los primeros cruces. Debuta frente al australiano Sam Groth, en su teórico camino se encontraría en segunda ronda con el argentino Facundo Bagnis, en tercera con el italiano Fabio Fongnini, que ya le ganó varias veces, y en octavos contra uno de los chisposos tenistas emergentes, el alemán Alexander Zverev o el austríaco Dominic Thiem. En cuartos, un cruce delicado contra el ídolo local, Jo-Wilfried Tsonga. El serbio debería ir despachando a Yen Hsun Lu, Steve Darcis, Gerald Melzer, Roberto Bautista y Tomas Berdych. 

Wawrinka vence en Ginebra

Sin Federer, lesionado por primera vez después de 65 grand slams seguidos, por el otro lado del cuadro emergen dos figuras sobre el resto. La de Murray, alternativa por su nuevo estirón en tierra, por su victoria sobre Nadal en Madrid y por su título en Roma pasando por encima de Djokovic. Y la de Stan Wawrinka, el valiente que tumbó a Djokovic en la anterior final de Roland Garros, el talento capaz de derrotar a cualquiera en una tarde de inspiración, el penúltimo artista del revés a una mano. Aunque el suizo, con ese tipo de clase que solo aflora de forma algo intermitente, no había conseguido un título en tierra desde aquella victoria en París, hasta que ayer venció en la final de Ginebra.

Serena y la huella de Graf

Serena Williams defiende título y parte como enemiga a batir. Su derrota en el US Open la sumió en uno de sus bajones. Y no ganó hasta que se hizo con el reciente título en Roma sin ceder ni un solo set. Con 21 grandes, se propone de nuevo igualar los 22 que la mejor tenista de las últimas décadas, la alemana Steffi Graf, celebró entre 1987 y 1999. A punto de cumplir los 35 años, sigue asustando cuando encadena su mejor tenis desde el fondo de la pista.

Otra vez Lourdes Domínguez

El tenis gallego contará con representación en el segundo grande de la temporada de nuevo gracias a la pontevedresa Lourdes Domínguez. Ya con 35 años, debutará frente a la eslovena Polona Hercog, bien mañana o bien el martes. Si supera ese primer compromiso se cruzaría en la segunda ronda de Roland Garros con la vencedora del cruce entre las checas Lucie Hradecka y Barbora Strycova.