Muguruza impresiona en Roland Garros

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ROBERT GHEMENT | EFE

Junto a Albert Ramos, son los primeros españoles cuartofinalistas españoles en el Gram Slam de tierra batida

29 may 2016 . Actualizado a las 18:47 h.

A Garbiñe Muguruza se le pone cara de favorita a cada paso que da en Roland Garros y si hasta octavos de final derrotó a tenistas con poco nombre, en esa ronda venció a la excampeona rusa Svetlana Kuznetsova, para avanzar en un torneo que descubrió a Albert Ramos. Ambos son los primeros cuartofinalistas españoles en el Gran Slam de tierra batida, que mañana puede contar con otros cuatro. Pero ninguno sería tan sorprendente como el tenista de Mataró, que a sus 28 años dio la campanada al colarse entre los ocho mejores del torneo y desafiar al defensor del título, el suizo Stan Wawrinka.

Por el momento, la gesta de Ramos asegura ya que el tenis español cumpla ya 20 años consecutivos con, al menos, un representante en cuartos de final. El catalán, que nunca había superado la segunda ronda de ningún grande, lo hizo con brillo ante el canadiense Milos Raonic, octavo favorito, algo mermado por los problemas que arrastra en una pierna y en una superficie que no es en la que mejor se explaya su demoledor servicio. Pero incluso con todos esos factores, Ramos era la víctima de ese partido y acabó siendo el verdugo, 6-2, 6-4 y 6-4, apoyado en un juego sólido desde el fondo de la pista, muy seguro en el resto, para acabar por derribar al gigantón canadiense que entrena Carlos Moyá y asesora John McEnroe.

Fue la segunda vez en su carrera que Ramos derrotaba a un «top 10», tras haber ganado el año pasado al suizo Roger Federer en el torneo de Shangai. Ramos se quedó como el único zurdo superviviente en un torneo en el que en las cuatro precedentes ediciones había caído en primera ronda y solo en su debut en 2011 había logrado ganar un partido. El reto ahora se incrementa para el catalán, que en seis confrontaciones solo ha ganado un set a Wawrinka y que la semana pasada se marchó con un doble 6-1 del torneo de Ginebra ante el helvético. Pero el defensor del título no ha demostrado ser el tenista intratable de la semana pasada ni el que levantó la Copa de los Mosqueteros en la última edición.

Tras verse obligado a remontar dos sets en contra en su debut contra el checo Lukas Rosol y hoy, frente al serbio Viktor Troicki, sudó para obtener su billete para cuartos, que consiguió en cuatro sets, 7-6(5), 6-7(7), 6-3, 6-2 en casi tres horas. Si Ramos fue la sorpresa del torneo, Muguruza ejerció de confirmación. La cuarta favorita ha despejado todos los fantasmas de su tenis mientras en paralelo su cuadro se liberaba. Ganadora de tres rivales de bajo ránking hasta ahora, la española superó con nota el examen de la experiencia frente a Svetlana Kuznetsova, ocho años mayor que la española que tenía solo 15 cuando la rusa levantó su trofeo en París.

THOMAS SAMSON | afp

El tiempo ha pasado y ahora Kuznetsova se vio impotente frente a la potencia de Muguruza, que incluso demostró sangre fría en el tramo final del partido cuando el vértigo de la victoria pareció nublar su mejor tenis. Por tercer año consecutivo, Muguruza accedió a cuartos de final, un escalón que solo ha superado en Wimbledon en Grand Slam. Pero, si en las dos anteriores intentonas, la jugadora española, nacida en Caracas, llegó casi como una sorpresa, su presencia en esta edición es una prueba de madurez y solidez, de las pocas que se ven en el volátil circuito femenino. La puerta que conduce a las semifinales es, además, accesible para Muguruza, porque está guardada por la estadounidense Shelby Rogers, 108 del mundo, la sorpresa del cuadro de chicas, la séptima cuartofinalista de ránking más bajo en 30 años en París.

El único factor que habla en su favor es que en este Roland Garros ha dejado en la estacada ya a tres cabezas de serie, sobre todo a la décima, la checa Petra Kvitova. Mañana Carla Suárez tiene la posibilidad de seguir la estela de Muguruza y clasificarse para cuartos contra la Yulia Putintseva, de 21 años, 60 del mundo y que nunca antes había jugado unos octavos de un Grand Slam. Los cuartos serán también mañana el objetivo de Roberto Bautista, que tiene ante sí al serbio Novak Djokovic, número uno del mundo; David Ferrer, que se medirá al checo Tomas Berdych, séptimo favorito; y Marcel Granollers, clasificado para octavos sin jugar por la baja de Rafael Nadal y que se enfrentará a la joven promesa austríaca Dominic Thiem.