Las medallas de Río 2016 presentan una diosa griega «más brasileña»

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CHRISTOPHE SIMON | Afp

El creador de los premios de los Juegos Olímpicos asegura que dotaron a la deidad Niké de más curvas para asemejarla a la mujer de Brasil

19 jul 2016 . Actualizado a las 17:43 h.

La diosa griega de la victoria, Niké, ha adquirido unas curvas más generosas «a imagen de la mujer brasileña» en las 5.130 medallas de oro, plata y bronce que se colgarán los protagonistas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016. «Río de Janeiro es una ciudad llena de curvas, con su mar y sus colinas, como el cuerpo de la mujer brasileña. Así que le dimos más redondez a Niké, hice sus muslos y caderas más grandes», explica Nelson Carneiro, el escultor responsable del diseño de las preseas fabricadas en la Casa de la Moneda.

Como es tradición desde los Juegos de Atenas 2004, la cara de las medallas olímpicas muestran a Niké con el Partenón de fondo. Pero «cada país hace su adaptación», añade Carneiro, de 60 años. «Es una medalla especial hecha para el mayor evento deportivo del mundo. Cuando el atleta la reciba, voy a sentir como si yo también estuviera siendo condecorado», afirma orgulloso el escultor, uno de los 2.800 empleados del organismo que acuña las monedas e imprime los billetes de Brasil.

El diseño se lleva a un modelo de yeso, que a su vez se escanea y se envía a la impresora 3D para hacer un molde de acero. Luego se coloca en una prensa hidráulica que da vida a la medalla, cuyas imperfecciones se tratan manualmente antes de barnizarla. La Casa de la Moneda tiene aires de un búnker: ubicada a 65 km de Río, en la población de Santa Cruz, y flanqueada por torres y cámaras de vigilancia 24 horas, para entrar hay que atravesar un detector de metales y toda la visita se realiza bajo la atenta mirada de los guardias de seguridad. A la salida, se efectúa otro registro.

Además de las monedas y billetes, allí imprimen los pasaportes y los timbres fiscales, explica el gerente del sector de medallas, Victor Hugo Berbert. La fabricación de las medallas comenzó hace un mes y terminará el 31 de julio: 2.488 para los Juegos Olímpicos (5-21 de agosto) y 2.642 para los Paralímpicos (7-18 de septiembre).

Más pesadas pero ecológicas

Redondas, de 8,5 cm de diámetro y con el diseño del centro en relieve, las medallas olímpicas de Río son las más pesadas de la historia: 500 gramos, 100 más que las de Londres-2012. Los metales dorados para los campeones olímpicos y paralímpicos están hechos curiosamente con 494 gramos de plata (92,5 % de pureza) y apenas seis gramos de oro (99,2 % de pureza).

«Si fuera sólo de oro costaría una fortuna», cuenta Berbert, aunque no quiso revelar el precio de las preseas. «Hicimos un contrato global con el Comité Olímpico para todas las medallas», se limita a decir. Las medallas de los subcampeones son 100 % de plata y las de bronce tienen 475 gramos de cobre y 25 gramos de zink.

Las medallas paralímpicas, por su parte, tienen dentro pequeñas bolitas de acero que suenan diferente según el material, de modo que los discapacitados visuales puedan reconocerlas. También llevan la inscripción «Río 2016 Paralympic Games» en braille.

Los galardones son además ecológicos: la cinta fue elaborada con hilo procedente de botellas de plástico, mientras que más de 30% de la plata y el bronce provino de materiales reciclados y ninguna contiene mercurio.