Felipe Reyes: «En un partido perfecto es posible ganar a EE.UU., pero muy difícil»

Felipe Reyes (Córdoba, 1980) se considera un tipo normal. Y con esa actitud se mueve por la vida. Aunque su historial lo sitúa como pieza imprescindible de infinidad de éxitos. Solo con la selección, tiene un Mundial y tres Europeos, más dos subcampeonatos olímpicos y tres bronces continentales, además de un palmarés interminable en el Real Madrid. «Estamos bien, podíamos haber llegado mejor porque la preparación no ha sido como nos hubiese gustado, ni como en los últimos años. Pero ahora tenemos que empezar muy duro, intentar acoplarnos lo más rápido posible y que no se note mucho al principio para acabar bien este campeonato que tanta ilusión nos hace».

-En choques importantes han sido muy fiables. Pero en Londres vivieron una situación delicada en la fase de grupos. ¿Cuál sería ahora el partido trampa del inicio?

-Hay muchos, ¿no? Contra Croacia es un partido trampa porque es el primero, ante una selección que viene con la confianza alta tras clasificarse en el preolímpico. Lo importante va a ser empezar bien, con un buen partido ya el domingo.

-Quieren ser ambiciosos. ¿Eso en esta selección significa...?

-Siempre somos ambiciosos. Entonces cada vez que nos juntamos y jugamos un campeonato es para ganar medalla, y si es posible la de oro, mejor. Es siempre el objetivo de este equipo y por eso llevamos tantos años consiguiendo éxitos para el baloncesto español. Aquí nadie se conforma, todos somos muy competitivos y siempre queremos más.

-¿Y es posible ganarle a Estados Unidos, su verdugo olímpico?

-Si hacemos un partido perfecto y sin dejarles a ellos jugar bien, posible es, pero muy difícil.

-¿Supera en algo este equipo al de los dos platas olímpicas anteriores?

-Bueno, ya se verá si se ha mejorado o no. Tenemos gente joven con muchas ganas y gente veterana con mucha experiencia.

-Cuando los jugadores de su generación se retiren, probablemente pasen décadas antes de que España vuelva a tener un ciclo tan exitoso. ¿Cómo le explicará a sus nietos que pasó esto?

-Pues les diré que tuve la suerte de coincidir en una generación muy buena, en la que nos juntamos muchos grandes jugadores, y eso hizo que desde muy pequeños pudiéramos conseguir muchos éxitos. Les contaré que con esfuerzo y sacrificio se pueden conseguir muchas cosas.

-Siempre consideran clave al vestuario de esta selección, ¿con qué palabra lo definiría?

-Equipo. En el gran sentido de la palabra. Puedes ser un equipo, pero luego fuera estar separados. Pero lo bueno que tiene este equipo es que tanto dentro como fuera estamos muy unidos. Esa unidad es la que nos hace grandes.

-Considera que uno de los aciertos del entrenador, Sergio Scariolo, es darles un margen de libertad. ¿Cómo es eso?

-Bueno, cuando te juntas cada verano y renuncias a tus vacaciones y a estar con tu familia para estar con la selección, entrenando mañana y tarde casi todos los días, eso requiere un esfuerzo muy grande. Eso es lo bueno de este equipo.

-Dice que se siente joven con 36 años. Pero ya le sale alguna cana.

-Alguna cana hay. Pero me siento bastante joven porque físicamente estoy muy bien y mentalmente también. Quizá un poco más cansado porque las temporadas son muy largas, con viajes y muy poco descanso. Sobre todo yo, que llevo desde los 16 años y solo descansé un verano. Y eso también se nota, y mentalmente es duro. Pero nunca pensé que iba a llegar a los 36 en este nivel de forma y tan bien mentalmente después de haber jugado tantos partidos.

«En un partido perfecto es posible ganar a EE.UU., pero muy difícil»

Felipe Reyes ha resistido al fichaje de 35 pívots en las 12 temporadas que suma en el Real Madrid. Siempre se abre paso, siempre con un comportamiento ejemplar. Ese cartel de chico bueno no le pesa. «Yo intento ser una persona normal, tratar a todo el mundo bien y ya está».

-¿De crío quién fue su referente para moverse en el baloncesto?

-Mi hermano Alfonso, siempre y en todos los aspectos.

-Lleva 228 partidos ya con la selección. ¿Con cuál se queda?

-Estoy muy contento por llevar tantos años vistiendo la camiseta de la selección. Y he tenido la suerte de jugar muchos partidos importantes y muy bonitos. Pero, sobre todo, las finales olímpicas y la del Mundial.

-Al final, es el único jugador de esta selección que no ha sido elegido por un equipo de la NBA. Dice mucho del nivel del grupo.

-Sí. Lo primero, estoy muy contento con la carrera que he desarrollado en el Estudiantes primero y luego en el Real Madrid. No me arrepiento de nada. He podido disfrutar de los amigos y de mi familia, y conseguir cosas muy importantes en mi club. En su día hubo algún equipo de la NBA interesado, pero tampoco merecía la pena porque yo estaba muy bien aquí y, al tener cláusulas de rescisión tan altas, era algo que no se podía permitir.

-¿Cuál fue el equipo que más se interesó?

-Sobre todo Denver, aunque había algún otro equipo.

-¿Cómo ha conseguido hacer semejante carrera sin tener un físico tan exuberante como otros pívots? ¿De qué armas se ha valido?

-Las ganas, la energía que pongo cada vez que salgo a la cancha, el saber estar, saber colocarme en cada momento. Ese es el punto más fuerte que tengo. Eso en el deporte es muy importante también.

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