Usain Bolt: «Dos medallas más y podré despedirme siendo inmortal»

Europa Press

DEPORTES

FRANCK ROBICHON | Efe

El atleta jamaicano, tras conquistar su tercer otro en los 100 metros, busca más en el 200 y en los relevos

15 ago 2016 . Actualizado a las 16:58 h.

El atleta jamaicano de 29 años y con siete medallas de oro en citas olímpicas, Usain Bolt, ha confesado este domingo que espera «despedirse» de la mejor forma posible si logra «dos medallas más» en los  Juegos Olímpicos de Río de Janeiro donde consiguió la medalla dorada en los 100 metros, afirmando ser así un deportista olímpico «inmortal».

«Esto es por lo que entrenamos, les dije que iba a lograrlo. Estad alerta porque quedan aún dos más por delante. Y sí, alguien dijo que puedo ser inmortal, dos medallas más y puedo despedirme como inmortal», aseveró el atleta que consiguió tres medallas de oro en los Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012 respectivamente.

Bolt, que se convirtió este domingo en el primer velocista capaz de colgarse el oro durante tres Juegos Olímpicos consecutivos en la prueba de 100 metros con una marca de 9,81 segundos, señaló que esta victoria se debe al «entrenamiento» que practica día a día y advirtió que «todavía quedan dos pruebas más» de 200 y 4x100, en las que ya reinó dos veces en las dos citas olímpicas pasadas.

«Quería ir más rápido pero ejecuté bien lo que tenía que hacer para llegar primero a la meta. Lo más importante era estar concentrado y no apurarme y cometer errores. Ahora lo que me está pasando es brillante, que quede para la historia lo que he logrado es maravilloso», celebró el jamaicano que se ha ganado con creces el título del hombre más rápido del mundo.

En cuanto a los abucheos que recibió el estadounidense Justin Gatlin por su suspensión dos veces como dopaje, Bolt se mostró sorprendido y declaró que fue «algo impactante» y que él «siempre tiene un buen inicio» y el del jamaicano no fue «tan bueno». «Es un buen comienzo. Siempre habrá gente que duda, pero estoy en mejor forma que la última temporada», aseguró la superestrella, que tras cruzar la meta se golpeó el pecho, levantó el dedo en señal de número uno e hizo rugir al estadio.