La última multa por ofender a los árbitros de los partidos contra Liverpool y Barnley se acumulan a las seis recibidas desde el 2014
02 nov 2016 . Actualizado a las 21:40 h.José Mourinho no tiene problemas en la cuenta corriente. Convertido desde hace aproximadamente una década en uno de los entrenadores mejor pagados del mundo (se estima que su nuevo contrato con el Manchester United le reporta 15 millones de libras), tiene su futuro y el de su familia más que asegurados. De ahí que las repetidas multas de la federación inglesa de fútbol (FA) le puedan afectar más al orgullo o a la imagen pública que al bolsillo. Aún así, la cuenta que Mourinho le debe al organismo que rige el fútbol inglés no para de crecer.
Este miércoles, Mourinho ha sido sancionado con 58.000 libras (62.400 euros) y con un partido de suspensión por dos ofensas diferentes hacia los árbitros. El portugués fue acusado de «mala conducta» por la FA por los comentarios que hizo sobre el colegiado Anthony Taylor antes del partido del pasado 17 de octubre ante el Liverpool y por haber sido expulsado en el descanso del encuentro frente al Burnley del último sábado. El entrenador luso, que aceptó las acusaciones, fue multado con 50.000 libras (53.400 euros) por los comentarios y sancionado con un partido de suspensión y 8.000 libras (8.800 euros) por la expulsión en Old Trafford.
Es la sexta sanción de este estilo desde el 2014 para Mourinho, cuya cuenta por salidas de todo, expulsiones o declaraciones explosivas supera los 210.000 euros. En el 2014, el ex del Real Madrid fue multado con 8.000 libras por una «conducta indebida» al invadir el terreno de juego en la derrota de los Blues por 1-0 ante el Aston Villa. El mismo año, recibió un sablazo de 10.000 libras por otra «conducta indebida», al felicitar irónicamente al árbitro Mike Dean tras un partido contra el Southampton.
En el 2015, Mourinho tuvo que apopquinar 40.000 libras por protestar al árbitro en el partido ante el West Ham. La cifra aumentó a 50.000 libras el mismo año tras asegurar que los colegiados tenían «miedo» de pitar penaltis a favor de su equipo, después de un choque contra el Southampton. Y recibió otras 25.000 libras de multa al afirmar que existía una campaña en el Reino Unido para presionar a los árbitros contra su Chelsea.