En la victoria y en la derrota

Paulo Alonso Lois
paulo alonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

ISSEI KATO | REUTERS

Federer, que aceptaría compartir un empate, y Nadal, que concedió al suizo más méritos para el título, ofrecen un canto a la deportividad en sus discursos

30 ene 2017 . Actualizado a las 07:57 h.

El dolor de la derrota fue lo primero que afloró en el rostro de Rafa Nadal. Abrazó a Roger Federer con un gesto de trámite y escuchó los tediosos discursos previos de la ceremonia de entrega de premios con los brazos cruzados. Pero ante el micrófono declaró su admiración hacia su verdugo, con una sonrisa amplísima en un momento delicado. Un reconocimiento mutuo que continuó con la elegante parrafada del suizo. Un canto a saber ganar, y a saber perder, entre dos figuras que mantienen una peculiar relación de admiración y respeto pese a ser enemigos íntimos en la pista.

«Me siento muy feliz por ti», comenzó Nadal con educación. «Fue un gran partido y probablemente Roger lo ha merecido más que yo. Así que voy a seguir intentándolo», admitió antes de bromear con sus tres finales perdidas. «Esto es precioso -dijo señalando a la placa de subcampeón-, pero el trofeo es todavía mejor. Intentaré conseguirlo en el futuro», comentó entre risas. Y tras un discurso más largo de lo habitual, y en el que compartió bromas en lugar de ceñirse al guion de agradecimientos prototípico, dio paso al campeón. «Dejo que le deis el trofeo a Roger y os veo el próximo año», comentó con unas palabras que, ahora sí, ya evidenciaban su satisfacción con su rendimiento de las dos últimas semanas.

Federer alimentó su fama de caballero. Generoso en la victoria. Y dirigiéndose constantemente a Nadal, recordó su último encuentro en Mallorca: «Quiero felicitar a Rafa por su increíble regreso. Creo que ninguno de nosotros creía que estaríamos otra vez en la final de Australia cuando coincidimos en tu academia hace cuatro o cinco meses. Y aquí estamos en la final de nuevo».

Y fue más allá, destacando el valor de verse solo en la final: «Hubiese sido igual de feliz ganando o perdiendo, Creo que Rafa también merecía ganar este torneo. El tenis es un deporte duro, en el que no hay empate, pero estaría dispuesto a hacer una excepción y compartir esta noche con Rafa un empate», indicó en su discurso en la Rod Laver Arena mientras su rival le aplaudía en segundo plano.

Tuvo también un detalle de reconocimiento al trabajo del equipo técnico de Nadal, liderado por su tío Toni y el exjugador Carlos Moyá, para permitir su regreso al máximo nivel. «Sigue jugando, Rafa, porque el tenis te necesita. Gracias por todo lo que haces», indicó en presencia de Rod Laver, el campeón de 11 grandes y doble vencedor del Grand Slam original en 1962 y 1969. «Tu presencia aquí siempre significa mucho para nosotros», cerró.