Cuando el gol no justifica los medios

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA REDACCIÓN

DEPORTES

El ariete asturiano del Compos Gegunde renunció a marcar ante el Alondras al ver que el portero quedaba lesionado

31 ene 2017 . Actualizado a las 11:21 h.

Hay una frase perversa que dice que «entre el honor y el dinero, lo segundo es lo primero». Pero también hay acciones, como la del compostelanista Santi Gegunde en Cangas, que la contradicen sin discusión. Le tocó escoger entre un gol manchado o una renuncia inmaculada. Y decidió que el fin del gol no justifica los medios.

El Compos acabó ganando 2-4 al Alondras y, tras la elección de su ariete asturiano (nació en Navia en 1993), puede presumir de que esa victoria llegó envuelta en la bandera del buen fútbol y la grandeza de la deportividad. El episodio del no gol es de los que merecen relieve porque reflejan, como muy pocos, la esencia de la deportividad. 

Santi Gegunde no dudó en ningún momento. Siempre está abierto el debate de si hay que echar el balón fuera o no cuando un jugador rival se queda lesionado. Porque a menudo no es fácil distinguir la frontera entre la realidad y la picaresca. Con frecuencia, lo que hay detrás es un intento de perder tiempo o confundir al rival para evitar un contragolpe. Pero siempre cabe apelar al sentido común.

En el Municipal de Cangas, cerca ya del intermedio y con 0-1 en el marcador, hubo una jugada en la que el portero local, Martín, sale para tratar de anticiparse a Diego Rey. Cae en mala posición y queda tendido sobre el césped. Diego Rey no se percata y envía el balón a Santi Gegunde quien, con todo a favor, ni siguiera se gira para buscar la portería y echa la pelota fuera de banda. No quiso sacar ventaja de una acción desgraciada.

El guardameta está ya en su domicilio, a la espera de que le baje la inflamación para realizar una resonancia magnética que determine el diagnóstico. Pero el pronóstico apunta a una grave lesión de rodilla.

Santi Gegunde: «Solo hice lo que me gustaría que hiciesen con nosotros»

«Me dio la sensación de que el portero se había hecho daño de verdad y ni me lo pensé. Solo hice lo que me gustaría que los demás hiciesen con nosotros si fuese al revés». Así explica Gegunde lo que sucedió. De inmediato recibió la felicitación de los jugadores del Alondras y de sus propios compañeros.

Nunca se había visto en una situación similar, por lo que la reacción fue más instintiva que preparada. Pero recuerda un partido hace dos años, contra el Racing Vilalbés, en el que le tocó beneficiarse de un gesto de deportividad de un adversario: «Óscar Martínez advirtió al árbitro de que se estaba equivocando de jugador al mostrar la tarjeta. Si no se lo hubiese dicho, nos quedábamos con uno menos».

Gegunde, que compagina el fútbol con los estudios de márketing y publicidad, ya ha pasado página al partido de Cangas y piensa en el del domingo ante el Castro en San Lázaro.